Sueños esféricos

Juan Antonio Solís

jasolis@diariodesevilla.es

"¡No se vayan todavía, aún hay más!"

No habla, es delgado y rápido y es imposible atraparlo en su meteórica carrera. Podría ser el Correcaminos, pero atiende por Jesús Navas

Jesús Navas se agarra a Carvajal tras marcar éste el penalti decisivo en Rotterdam.

Jesús Navas se agarra a Carvajal tras marcar éste el penalti decisivo en Rotterdam. / Maurice van Steen (Efe)

NO habla, es delgado y rápido y es imposible atraparlo en su meteórica carrera contra el tiempo. Podría ser el Correcaminos, pero atiende por Jesús Navas. Igual que el coyote seguía erre que erre con sus artilugios de la marca ACME, el tiempo fracasa una y otra vez en su ansioso propósito de descabalgar a este extremo callado, enjuto y tan huidizo en la vida como en la cuidada hierba.

A diferencia del coyote de los dibujos animados de la Warner que tanto disfrutamos, el tiempo va a terminar dando caza a Jesús Navas. Hasta a Jordi Hurtado va a cazar el dios Cronos. Pero en espera de que ese día llegue, caigan en cascada los homenajes y los operarios del Sevilla pongan cara de pez por tener que cargar tanta copa al terreno de juego, el fenómeno de Los Palacios sigue saltando vallas como un gamo. Tan pronto se convierte en el jugador más veterano en defender la camiseta de la selección nacional como, zancadas mediante, se cuelga la medalla de ser el único europeo con Mundial, Eurocopa y Liga de Naciones en su palmarés.

Sólo las cinco Europa Leagues que alzó el recordado José Antonio Reyes se resisten a este esprint que se hace eterno.

El 21 de noviembre cumplirá Jesús 38 años. Muy probablemente, lo hará como titular de un equipo de Champions y embarcado en la misión de que España no falte en la próxima Eurocopa 2024. Estamos hablando de algo realmente serio. Muy serio. En el sentido más admirable de un término que hoy no está de moda. Jean Cocteau definía la moda como “lo que pasa de moda”. Y el muy serio legado de Jesús va a volar mil estratos por encima de las modas. Por encima del mismísimo dios Cronos. A ver, cuando éste le dé caza, lo que deja baby face. Entonces dirá lo que el cerdito Porky cuando acaba un capítulo de la Warner: “¡Eso es to... eso es todo amigos!”. De momento, el capitán sevillista prefiere remedar a Super Ratón y proclamar aquello de: “¡No se vayan todavía, aún hay más!”.

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