Tu mirada y tus abrazos los conservo en mi recuerdo para poder vivirte cada noche antes de cerrar los ojos. Porque mis ojos tienen una forma especial de mirar tu foto. Porque recordar es volver a vivir. Porque sé que donde estás, estás feliz, y aunque no nos hayamos podido despedir de ti. Aun así, no hay día que no te eche de menos y piense que me faltaron cosas por conocer de ti. Me faltaron abrazos, sonrisas cómplices y miradas que sólo entendíamos tú y yo. Ahora te miro a los ojos de la oscuridad en los amaneceres.

Porque eres el cantar de los pájaros que se posan en mi ventana y también eres mis dudas nocturnas que me asaltan de forma repentina. Eres mi recuerdo del pasado y mis ganas de futuro y ojalá estuvieras en él. Eres la brisa que corre una mañana primaveral al salir de casa y también eres la puerta que cierro al entrar en casa. Eres la llave que abre todas las cerraduras y que nunca tiraré.

Eres eso que suena cuando nadie sabe la melodía y también eres el rielarar de la luna en cualquier mar. Eres la luna llena y también estás presente cuando el cielo nocturno carece de ella. Eres el sol que me ilumina cuando estoy perdida y no veo mi propia sombra y también eres el moreno y quemazón cuando el sol calienta. Eres los te quiero que nunca dije y los silencios que callaron mis sentimientos al no poder despedirme.

Estás en todas las cosas que no podemos oler, ni coger, ni ver, pero se sienten. Porque nadie muere cuando es recordado y yo te seguiré recordando el resto de mi vida. Trato todos los días de dejarte un mensaje para que lo recibas en tu alma y, así, me llene el corazón. 

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios