Tras leer el reportaje denuncia que publicó Diario de Sevilla sobre el deterioro y abandono en que está sumido este recinto del Parque de María Luisa, me entristece bastante, porque todavía conservo en casa los carnés de mis niños que les permitían el acceso para disfrutar del baño durante el verano en su piscina. Y me estoy refiriendo a los años 70 del pasado siglo XX.

Como dice el Diario, el abandono que sufre este parque es una prueba evidente de la desidia del gobierno local que regenta el PSOE, donde una vez más queda al descubierto que algo muy importante falla en laDelegación de Parques y Jardines cuando se permite que algunos parques de la ciudad se estén convirtiendo en verdaderos estercoleros.

Ahora tiene nuestro alcalde la oportunidad de apuntarse un tanto, creando puestos de trabajo, para poner a punto nuestros jardines y arreglar con verdaderos profesionales de la poda el deterioro que sufre la arboleda de la ciudad y evitar la caprichosa sangría de la tala de árboles por decreto.

Sería lamentable que, pasado el tiempo, si estos trabajos no se acometen, nos enteremos de que ha habido que devolver, por no haberlos usado en tiempo y forma, los fondos que el Banco Central Europeo nos había destinado para mantener en perfecto estado de revista la monumental ciudad que es Sevilla.