Les voy a contar algo que ejemplifica a la perfección cómo estamos en manos de personas que están gestionando esta crisis sociosanitaria en base a criterios más políticos que médicos. En las oficinas de empleo trabajan conjuntamente dos administraciones públicas: el SAE (Servicio Andaluz de Empleo, dependiente de la Junta de Andalucía) y el SEPE (Servicio Estatal Público de Empleo, dependiente de Madrid).

Por tanto, un organismo está capitaneado por el PSOE y otro por el PP. Bueno, pues, salvo en casos muy especiales, los funcionarios del SAE están atendiendo a los usuarios por teléfono y van a trabajar por turnos, en días alternos, mientras que los funcionarios del SEPE lo hacen de manera presencial y con la plantilla al completo. Comparten un local en el que están juntas todas las mesas, pero, al parecer, el virus sabe perfectamente que sólo puede entrar en una de las dos zonas y evita, por todos los medios, pisar la otra. ¿Puede haber algo más sangrante, kafkiano y absurdo?