José Pérez

Sevilla

Tussam y el Covid-19

En esta ocasión, y no precisamente animado por ningún tipo de satisfacción personal, quiero hacer público un hecho que me ha ocurrido hoy. Es el siguiente: eran las 14:55 cuando subo al autobús de la línea 13 en la parada del hospital Macarena. El autobús, como no puede ser menos dada la hora, estaba repleto.

Yo me quedé justo en la puerta de acceso. En la siguiente parada, es decir la de la calle Dr. Leal Castaño, para de nuevo por estar solicitada y el conductor abre la puerta de acceso. Le digo: “Caballero, el aforo está más que... cubierto”. Su respuesta: “Bájese Vd. y deje su espacio para otra persona”.

Respondo: “Genial, amigo, pero mire por dónde no es efectiva”. Y, antes de serpentear por el pasillo, añadí: “Mire usted para exigir hay que cumplir primero al objeto de reforzar la exigencia, ¿ No le parece correcto?”.

El resto de usuarios me hacían gestos de aprobación que no venían cuento pero que quizá pongan de manifiesto que, como suele ocurrir con harta frecuencia, el pueblo llano está por encima de sus gobernantes. ¿Este virus no había que pararlo entre todos? ¿O queremos salir a aplaudir a las ocho? ¡País! 

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios