La tribuna
Miré los muros de la patria mía
Yo estaba allí. Me refiero al Madrid de la Movida de los 80. Hace poco vi en televisión un programa en La 2 de TVE, era un reportaje que se llama así: Frenesí en la gran ciudad (La Movida madrileña). Uno más de esos añorantes programas que evocan aquella historia llena de música, pintura, cine, moda… y también alcohol, drogas, sexo… y grupos de muchachos y muchachas (Tierno dixit) que tocaban muy mal en directo y acabaron o en la cuneta o pasando al olimpo de los mitificados iconos de la época, aunque la mayoría sería flor de un día, hasta que se casaron o sacaron unas oposiciones de funcionarios.
Unas ráfagas de metralleta. 4 de Noviembre de 1982. Temprano, sobre las 8:30 de la mañana. Estábamos formados en el patio del viejo cuartel del Paseo de Moret. Los disparos habían sonado hacia la plaza de la Moncloa, la del Arco del Triunfo, donde termina Princesa y comienza la Ciudad Universitaria. Nos dieron cargadores de guerra, o sea con balas de verdad, y salimos en patrullas por la zona. A los míos nos tocó por los alrededores del Puente de los Franceses.
Desde una moto Guzzi, una buena dos cilindros italiana, habían tiroteado al general Víctor Lago Román, que murió en el atentado, y a su conductor, el soldado Juan Carlos Villalba, herido grave, que sobrevivió después y fue condecorado. No fueron los únicos, las balas y las bombas de ETA resonaban casi a diario en España en esos años, solo en 1980 hubo unos 100 muertos, uno cada tres días. La mañana que mataron al general Lago, el PSOE llevaba pocas semanas en el poder.
El reportaje citado hace una breve crónica del contexto histórico del momento. Se cita el Mundial de Fútbol del 82, la visita de Juan Pablo II y, por supuesto, el tópico discurso de Tierno Galván y subsiguiente panegírico de alcalde moderno (con ese traje cruzado de ministro de la II República) y molón. En lo internacional tan solo mencionan a Reagan y Thatcher, para tildarlos de “neoliberales conservadores”, nada se dice de que media Europa seguía bajo la bota soviética.
Los artistas y cantantes del momento, ahora sesentones pero algunos aun patéticamente peinados y vestidos como entonces, salen ante la cámara reivindicando aquello como uno de los movimientos artísticos y musicales más importantes de la historia. El Hortelano, pintor nacido en Valencia, no se cortaba un pelo diciendo que era comparable al Surrealismo en París, al dadaísmo en Zúrich o a la explosión neoyorquina del expresionismo abstracto de los 50.
La Movida se diluyó a finales de los 80, apenas una década después de su génesis, cuestión de agotamiento generacional supongo. La banda terrorista ETA siguió matando hasta 2010, con más de 850 asesinados y otros muchos heridos y mutilados en sus 42 años de actividad criminal. Les ha salido rentable, sus herederos (o ellos mismos quizás) tienen cuotas de poder no solo en el País Vasco, sino en España entera gracias a su alianza con el actual Gobierno presidido por el PSOE, el mismo que gobernó por primera vez cuando la banda más asesinaba, entre otros, a miembros de su propio partido, 12 asesinados del PSOE por ETA desde el primero, Germán González López, afiliado al PSOE y al sindicato UGT, en 1979, hasta el último, Isaías Carrasco, el 7 de marzo de 2008, a los dos días se celebraban elecciones generales.
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