La tradición de la cría del toro bravo en la provincia

Sevilla es la cuna del toro bravo, en sus campos se forjaron las primeras ganaderías de lidia y comenzó hace siglos la cría y selección de este animal único en el mundo.

En Andalucía hay más de 150.000 hectáreas dedicadas al toro bravo. Estas extensiones de dehesa, marisma y campiña la convierten en la zona más importante de toda España vinculada a este bello animal.

Territorio Toro pretende mostrar a un animal único en un entorno privilegiado en plena naturaleza y, de paso, descubrir las implicaciones culturales de una fiesta que es parte de nuestra cultura. Es una clara apuesta de la Diputación de Sevilla por el toro como seña de identidad de nuestra tierra.

El turista puede experimentar la experiencia única de contemplar al toro en su hábitat natural, un privilegio reservado, hasta ahora, sólo a unos pocos. Territorio Toro le abre las puertas de ocho casas ganaderas de la provincia de Sevilla donde la cría y selección del toro de lidia es todo un arte.

Situado en Morón de la Frontera, se encuentra el Cortijo de Arenales, propiedad de los herederos de Conde de la Maza. Sin duda, este hermoso cortijo atesora con celo, en sus más de 2.700 hectáreas, todos los secretos y leyendas que esconden el mundo del toro bravo, la cría de caballos y la filosofía de vida del campo andaluz. Cortijo de Arenales ha seguido conservando toda su tradición para poder sumergir al visitante en la magia de lo auténtico, en la experiencia real que se respira entre sus parajes naturales, donde las reses bravas de primera categoría conviven en curiosa armonía con el hombre, el caballo, las labores agrícolas y la fauna salvaje de la dehesa.

Por otro lado, la familia del Marqués de Albaserrada cría toros de lidia desde hace casi un siglo en Gerena. Morfología armónica, pelo negro brillante, pitones muy desarrollados y astifinos, temperamento bravo y fiero es el sello de la Casa Albaserrada.

Asimismo, la ganadería de Hermanos Sampedro, en la Dehesa La Cepera (El Castillo de las Guardas), ofrece también la experiencia de contemplar al toro en su medio de la forma más tradicional posible. La Dehesa La Calera ofrece visitas guiadas en quad, a caballo y en tractor para disfrutar de las reses de la ganadería Lora Sangrán, en Gerena. También ofrecen fiestas flamencas, talleres artesanos y espectáculos de cetrería.

Hay un lugar de obligada visita para el aficionado al toro y sus costumbres: el Rancho El Rocío (La Puebla del Río), ubicado en el entorno de Doñana. Aquí se puede disfrutar de un espectáculo de caballos y conocer la ganadería de caballos cartujanos y de toros bravos criados por los hermanos Peralta. Muchas de las compañías más importantes del mundo han celebrado aquí sus congresos y exposiciones. Los hermanos Ángel y Rafael Peralta son dos figuras que han marcado una época en el mundo del toreo. Su leyenda les hace ser conocidos como los Centauros de las Marismas, los reyes del rejoneo.

Por su parte, la ganadería de las Monjas (Lora del Río) también es otra opción a la hora de realizar un fantástico trayecto por la vida del toro bravo. Y en otra localidad del entorno de Doñana, Aznalcázar, se encuentra la ganadería Partido de Resina (anteriormente denominada Pablo Romero).

Por último, la ganadería Gabriel Rojas pasta en la finca Dehesa El Castillo, una magnífica dehesa de encinas, situada en la carretera de Aracena, a 55 kilómetros de Sevilla, dentro del término municipal de El Castillo de las Guardas.

El visitante puede sentir en estas ocho fincas la fuerza de este animal mítico, descubrir la intimidad del campo bravo, conocer sus faenas (tentaderos, acoso y derribo, manejo de ganado, herraderos, etcétera), adentrarse en sus costumbres (gastronomía, oficios, selección…) y sumergirse en el misterio de la bravura.

Asistir a las faenas de campo, desconocidas para el gran público, constituye uno de los grandes alicientes de esta iniciativa puesta en marcha por la Diputación de Sevilla. Territorio Toro entiende el toro y el campo como ejes primordiales, pero también se ocupa de sus atractivas ramificaciones: culturales, artísticas, festivas, gastronómicas, sociológicas y sociales. Para ello, acerca al visitante a plazas con historia, museos taurinos, exposiciones, templos gastronómicos, oficios del toro y escuelas taurinas.