El alcalde de Utrera, José María Villalobos, ha informado este viernes de que las pruebas PCR realizadas en la residencia de mayores Reifs, tras la confirmación de tres casos de Covid-19 entre usuarios y uno más entre el personal, han revelado que hay 21 usuarios más que tienen el coronavirus, aunque en todos los casos son asintomáticos. Sólo dos de ellos están hospitalizados, aunque por otras dolencias que, en principio, no tendrían que ver con esta enfermedad.

Los test que se han hecho también al resto de la plantilla, compuesta por 101 personas, han dado negativos en todos los casos.

El edil asegura que el jueves por la tarde se le comunicó a las familias los resultados de las pruebas y la situación. Todos los protocolos están activados en un centro con 155 residentes y se sigue con las medidas de "desinfección extrema" que, según ha dicho, ya estaban en marcha.

En total este brote ha afectado ya a 24 residentes, a pesar de que inicialmente se creía controlado, puesto que el primer caso se detectó en un usuario que estaba en la zona de aislamiento preventivo, tras volver al centro de un ingreso hospitalario. Tras tener que volver al hospital dio positivo. Los otros dos casos iniciales se detectaron en otras dos personas de la zona de aislamiento y uno más en un trabajador.

Al margen del caso en la residencia de mayores, el regidor ha dicho estar "preocupando" por la evolución de los contagios en el municipio, ya que de un caso al día o ninguno, se ha pasado a un número importante.

"Los centros de salud nos transmiten que no dan abasto en rastreos y PCR y es porque está habiendo mucho contacto social", ha señalado Villalobos.

El jueves, Utrera sumó una nueva víctima por el Covid-19, una mujer de 80 años que tenía patologías previas. También hay ingresado en el hospital otro vecino, en este caso, un una persona joven. El resto son asintomáticos en su mayoría.

Precisamente, el pasado fin de semana, coincidiendo con los días que debía haber arrancado la feria del municipio, la Policía Local tuvo que intervenir y desalojar hasta 20 fiestas alternativas que se organizaron coincidiendo con la noche del pescaíto, en viviendas, azoteas y casas en el campo. Hubo ocho denuncias en dos botellones en el entorno de los silos; se denunció a un bar por exceso de aforo y fuera del horario obligado de cierre; también se denunció a siete jóvenes sin mascarilla.