El Gobierno está estudiando fórmulas alternativas para materializar la firma de la modificación del Convenio de Cooperación de Defensa con Estados Unidos, después de que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, cancelara su visita a España por el accidente de bicicleta que sufrió el fin de semana en Ginebra (Suiza).

La firma del convenio, que establece la presencia permanente de hasta 2.200 militares y 500 civiles más en la base de Morón de la Frontera, se iba a producir en dicha visita y el representante del Gobierno español iba a ser el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.

Fuentes gubernamentales explican que la firma del convenio se lleva a cabo al máximo nivel, es decir, a nivel de ministros, pero no requiere necesariamente la presencia de los titulares de Exteriores, por lo que podrían ser los ministros de Defensa los que rubricaran el acuerdo.

En realidad, han sido los departamentos de Defensa de España y Estados Unidos los que han venido negociando esta modificación del convenio desde que en diciembre del año pasado el Gobierno autorizara a iniciar las conversaciones con Washington.

La modificación del Convenio de Defensa debe obtener el visto bueno del Consejo de Estado y después deberá ser ratificado por el Congreso de los Diputados para que entre en vigor. La intención del Gobierno es que la firma con Estados Unidos se produzca cuanto antes para que sea el actual Parlamento, con mayoría absoluta del PP, el que dé luz verde y evitar así incertidumbres ante el inicio de una nueva legislatura el próximo otoño.

Izquierda Unida, por su parte, prevé registrar en el Parlamento de Andalucía y en el Congreso de los Diputados iniciativas contra el "rearme" que supone el acuerdo entre España y EEUU para convertir en permanente la Base Aérea de Morón y la "cesión de terreno" a este país.

El coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo, criticó ayer a los populares por su condición de "patriotas de pacotilla", ya que "se les llena la boca del debate de la patria en abstracto pero callan en la absoluta sumisión ante los intereses de EEUU". Maíllo recordó que este acuerdo pasa por un aumento de 3.500 efectivos entre militares y civiles americanos y 40 aeronaves, al tiempo que "expulsan a los pocos trabajadores españoles que había".

Este cambio de estatus en la base hará que Morón sea la principal del Eje Mediterráneo-África y, con ello, "Andalucía, base de operaciones de ataques militares que no cuenta con el aval del pueblo andaluz ni del español y que supone la doctrina de conquista, muerte, tragedia y dolor".

Maíllo aclaró que, en primer lugar, presentarán una iniciativa en el Parlamento andaluz para que "la Junta se posicione contra ese rearme, fruto de un convenio que no ha sido consultado con Andalucía"; y, después, en el Congreso, "para posicionarnos en contra y mostrar la doble cara de estos patriotas de pacotilla que ceden terreno para la política militar de EEUU que no tiene nada que ver con los intereses de Andalucía".

Según explicó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la semana pasada tras el Consejo de Ministros, el nuevo convenio contemplará la presencia permanente de hasta 2.200 militares y 500 civiles en la base de Morón y aumentará también hasta los 800 militares el límite para despliegues temporales. Además, la vicepresidenta anunció que Estados Unidos se ha comprometido a invertir 29 millones de dólares (unos 26 millones de euros) en la base de Morón, lo que se traducirá, aseguró, en creación de empleo.