La delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, anunció este martes que tomará medidas "muy contundentes para salvaguardar la seguridad de los vecinos frente a la delincuencia", y pidió a los habitantes de Estepa "tranquilidad" y que actúen bajo los principios de "legalidad". Crespo dijo que entiende "perfectamente las legítimas reivindicaciones de los vecinos", pero también se mantuvo firme en la defensa de que "todo se haga con el respeto a la legalidad". 

De hecho, otras dos personas declararon este martes ante la Guardia Civil por su presunta participación en los asaltos a las casas del clan de los Chorizos, a quienes se acusa de los robos, con lo que ya son nueve los imputados por los disturbios. La delegada pidió "tranquilidad" a los vecinos y que confíen "en el buen hacer" de la Policía Local y de la Guardia Civil. Crespo reconoció que la tasa de criminalidad en Estepa, con 31,8 delitos por mil habitantes, va "en ligero aumento" pero es inferior a la provincial, nacional y autonómica, que es de 42,8 por mil. 

Estas declaraciones son posteriores al encuentro mantenido este martes por la subdelegada del Gobierno en Sevilla, Felisa Panadero, y el alcalde de Estepa, Miguel Fernández Baena, junto con responsables de la Guardia Civil y la Policía Local durante más de dos horas. Al término de esta reunión, Panadero anunció que el operativo de seguridad desplegado en Estepa desde el asalto del sábado a siete casas, en las que vivían los miembros del clan de los Chorizos, a los que se acusa de ser los presuntos autores de la oleada de robos que padece el pueblo, se mantendrá durante los próximos días. El tiempo que haga falta, hasta que se "apacigüen los ánimos". 

Ni la subdelegada ni el alcalde hicieron declaraciones tras el encuentro y se limitaron a enviar un comunicado en el que volvieron a hacer un llamamiento a la "calma" a la población, "mayoritariamente pacífica". Además, anunciaron que se van a "potenciar" las reuniones con asociaciones vecinales y que "los estepeños expongan sus problemas a la Guardia Civil y a la Policía Local y valoren la necesidad de realizar las oportunas denuncias ante la autoridad competente, siempre que tengan conocimiento de un hecho delictivo, así como facilitar toda la información disponible a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado". 

Según sus datos, no todos los robos de los que habla se han denunciado. Panadero dejó claro que no permitirán que hechos como los del sábado, de los que son "responsables una minoría", se repitan: "Cualquier colectivo debe comunicar la celebración de concentraciones o manifestaciones con diez días de antelación para que las fuerzas de seguridad puedan garantizar normalmente su desarrollo", con lo que se da por hecho que las nuevas convocatorias que, sin que haya un colectivo claro detrás, están circulando por redes sociales para el sábado, no podrán realizarse. El dispositivo policial ahora sí es suficiente para disolverlas. 

Los ánimos parecían más calmados este martes en Estepa. Dos personas más declararon a mediodía ante la Guardia Civil, pero ya no hubo concentraciones, como las que el lunes se produjeron ante el cuartel, en apoyo a los jóvenes imputados por su presunta participación en los asaltos. Sí se produjo una pequeña concentración de personas que quisieron dar su versión de lo ocurrido a los distintos medios de comunicación que seguían este martes en el pueblo. Según algunas fuentes, diversos colectivos y víctimas de robos empiezan a ser conscientes de que hay de canalizar la exigencia de más seguridad de otra forma y evitar la imagen de pueblo violento o racista. 

Todos los miembros del clan de los Chorizos siguen fuera de Estepa, seguidos de cerca por la Guardia Civil y las policías locales de la comarca de Puente Genil, en Córdoba, donde se habrían trasladado, para prevenir otros altercados o intentos de agresión. Dos de ellos, detenidos tras un robo el mismo sábado, continúan en prisión. 

Por otro lado, la Hermandad Gitana, entidad fundada hace dos años por gitanos con experiencia en el mundo asociativo y en la mediación, tiene previsto reunirse hoy con el alcalde en Estepa. Según informó su secretario general, Guillermo Carmona, también han contactado, como suelen hacer en estos casos, con una persona mayor "de respeto" para que les ponga en contacto y les ayude a hablar con las familias afectadas y conocer de primera mano cómo son las cosas y por qué han ocurrido, y el "sentir de los demás gitanos de la zona". 

En este caso, se trata del abuelo de la familia, que ha permanecido ajeno a todo y que no se ha marchado de Estepa. Este martes por la tarde iban a iniciar ya los contactos para intentar resolver el problema de convivencia, al margen de las responsabilidades por hechos delictivos que cada una pueda tener.