Patrimonio

Polémica en Lora por los cambios en dos tallas del siglo XVIII restauradas por una hermandad

  • La corporación encargó el trabajo a un escultor asentado en el municipio, que las ha decapado y pintado de colores diferentes a los que tenían 

  • El tallista y la hermandad defienden el trabajo, dado el deterioro y los cambios previos que ya se habían hecho en las imágenes

  • Se trata de un San José y una Santa María Egipciaca que estuvieron colocadas en el altar del Santuario de Setefilla, aunque no forman parte del mismo originariamente  

Lora del Río se ha convertido en escenario de la última polémica por una intervención en una obra de arte. En este caso, dos tallas anónimas de madera de pino policromada, de San José y de Santa María Egipciaca, que podrían datar del siglo XVIII y pertenecen a la Hermandad de Nuestra Señora de Setefilla.

Son de la escuela sevillana. Hasta hace 35 ó 40 años estaban en el altar mayor del Santuario de Setefilla, aunque procedían de otro lugar. Por su mal estado se retiraron y han estado guardadas en la casa hermandad. Ésta encargó hace un año su restauración a un escultor sevillano residente en Lora del Río, Juan José Negri, de larga trayectoria como tallista, pero de formación autodidacta. 

El resultado, presentado en una conferencia el sábado y en el boletín de la hermandad (las tallas no son accesibles al público en estos momentos), está siendo cuestionado por algunos historiadores del Arte y vecinos, dadas las diferencias que se aprecian con los originales y el modo en el que se ha intervenido.

Según consideran, se podrían haber perdido además elementos de valor y la posibilidad de investigar y determinar mejor las fecha y autoría de las obras. 

Las manos, distintas entre sí, que tenía la talla de la Santa. Las manos, distintas entre sí, que tenía la talla de la Santa.

Las manos, distintas entre sí, que tenía la talla de la Santa. / M. G.

Lo más evidente, son los cambios en el color de la policromía y en los motivos de los estampados de los ropajes o en el rostro de Santa María Egipciaca

Según se recoge en el boletín de la hermandad, las imágenes se han dejado sólo con la madera primitiva,  porque el estuco sobre el que se aplica la policromía y ésta estaban agrietados y cuarteados. Se han lijado todas las partes y restaurado todas las grietas y los ensambles abiertos tapándolos luego con fibra de vidrio. También se habrían reforzado los esqueletos interiores. 

El historiador Jesús Romanov, en una publicación en su cuenta de facebook, ha recordado que una escultura policromada se compone de tres partes: la base (la obra en madera), el estuco (la preparación de yeso lijado con la que se retocan últimos detalles y volúmenes) y policromías con la que se le da color. 

El estado en el que se encontraba el pelo de la talla de Santa María Egipciaca. El estado en el que se encontraba el pelo de la talla de Santa María Egipciaca.

El estado en el que se encontraba el pelo de la talla de Santa María Egipciaca. / M. G.

"En el momento que se altera una de las tres, ya se hace con la totalidad de la obra, puesto que no ofrecerá el aspecto con el que su autor la concibió originalmente". Según Romanov, la Santa tenía un estofado de bastante calidad, con una cenea dorada en los bajos y mangas de la túnica y motivos de hojas de acanto en el resto, que se habrían perdido. 

Otro historiador loreño, Álvaro Morales, ha trasladado el caso a la Asociación Profesional de Conservadores y Restauradores de España, que lo está estudiando pero ya ha avanzado a través de sus cuentas que no debe llamarse restauración y que una intervención de este tipo debe hacerse por técnicos cualificados.
Morales insiste en que se debería haber hecho un estudio previo por expertos, para ver si se podía intervenir o no y, en todo caso, actuar sólo para que no continuara el deterioro.

Muy deterioradas

Por su parte, la hermandad y el encargado de la restauración la defienden y minimizan una polémica en la que no quiere entrar. Pero se está viendo alentada por las redes sociales, en las que se intenta poner en relación con los casos del Ecce Homo de Borja o el más reciente de San Jorge, en Estella.

Si no hubieran actuado, las tallas se habrían perdido, insisten. También recuerdan que el estado del deterioro era mucho mayor del apreciable en las fotos antiguas que se están difundiendo. Además, las tallas tenía intervenciones anteriores, que habían supuesto modificaciones sustanciales. 

Fuentes cercanas al escultor Juan José Negri trasladan que la madera estaba afectada por polilla y carcoma y el estuco, desprendido por la humedad.

También explican que la mascarilla o paño de la cara de la santa estaba totalmente suelto y debajo de la policromía más superficial, estaba la original, que daba a la imagen otra expresión que se ha intentado recuperar. Lo más evidente es el cambio en las cejas.

Detalle en el que se aprecia otra policromía debajo de la que tenía la imagen antes de la última restauración. Detalle en el que se aprecia otra policromía debajo de la que tenía la imagen antes de la última restauración.

Detalle en el que se aprecia otra policromía debajo de la que tenía la imagen antes de la última restauración. / M. G.

Las manos tampoco eran las originales, sino añadidos y diferentes entre sí y se han cambiado. La talla de San José tenía una nariz de escayola pegada con una puntilla. Al niño Jesús, le faltaban los pies.  

En cuanto a los cambios de color aseguran que se acordaron en todo momento entre el escultor y la hermandad. La santa, que tenía un verde vejiga "ido", se ha pintado de azul cobalto, considerando que va a resaltar más en el altar y definir mejor la silueta. También se ha modificado el color dorado del manto de San José a juego con el azul de la túnica de la santa.   

El rostro de la talla de San José, ya decapado, y en el que la nariz que había sustituido por una de escayola, con una puntilla, antes de esta intervención. El rostro de la talla de San José, ya decapado, y en el que la nariz que había sustituido por una de escayola, con una puntilla, antes de esta intervención.

El rostro de la talla de San José, ya decapado, y en el que la nariz que había sustituido por una de escayola, con una puntilla, antes de esta intervención. / M. G.

Son los dos puntos de vista a pocos días de que se celebre la romería de Setefilla, el 8 de septiembre. El hermano mayor, Antonio Jesús Jiménez, insiste en que no quieren entrar en controversias, que "se ha hecho lo que se podía para que las tallas no se perdieran". De momento, apunta que no se van a volver a colocar en el altar del santuario. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios