Provincia

Cuando Metro no es progreso

  • Los dueños de la ferretería Carmona, en la Avenida de Montequinto, están en la ruina por las obras del suburbano · La Junta les ha denegado cualquier ayuda

"Jamás imaginamos que el Metro pudiera pasar por aquí y, de la noche a la mañana, mi marido se viera privado de su trabajo y con graves problemas económicos y emocionales". Lara Simino y su marido, Miguel Ángel Carmona, regentan la ferretería Carmona, en la calle Bérgamo, desde hace 8 años. Aseguran que las obras de la línea 1 del suburbano de Sevilla han llevado más ruina que prosperidad a los comerciantes de la Avenida de Montequinto. Plazos que se eternizan, calles cortadas al tráfico, aceras insuficientes para el tránsito de peatones, falta de información, actos vandálicos y un descenso acusado de las ventas que han llevado a muchos de los comercios de esta zona a cerrar su puertas o a instalarse en una situación económica totalmente insostenible. Con mucho trabajo y dedicación este matrimonio sacó adelante un negocio próspero, hasta que en marzo de 2007 cortaron la avenida al tráfico por las obras. Ahí comenzó su ruina.

Desde el principio las ventas comenzaron a caer en picado. Empezaron a buscar asesoramiento e información. En primer lugar les dijeron que las obras estarían finalizadas para marzo de 2008, un año después de comenzar: "Teniendo esa fecha sobre la mesa, decidimos que si se trataba sólo de un año era una pena cerrar el negocio por el que tanto habíamos luchado y decidimos tirar hacía adelante".

Su sorpresa fue cuando un día, hablando con el encargado de los trabajos, éste les comentó que la apertura de la avenida sería en marzo, sí, pero de 2009, "y que cualquier otra fecha que nos dijeran era política y electoralista". "Vista la situación entregamos una solicitud de responsabilidad patrimonial en Ferrocarriles Andaluces. Con fecha 26 de septiembre de 2007 nos abren un expediente".

Cansados de recibir largas, y anunciado ya el primer retraso de las obras, en octubre de 2007, escribieron a todos los entes públicos posibles. El único que atendió a sus reclamaciones fue el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo: "Sus primeras cartas eran para decirnos que Ferrocarriles Andaluces tampoco le contestaba a él. Al cabo de un tiempo, nos comentó que ya tenía una respuesta y que la avenida estaría totalmente expedita en mayo de 2008, otra nueva fecha".

Mientras tanto, la situación económica y emocional de este matrimonio iba empeorando por momentos. Cuando se le acabaron los ahorros, tuvieron que recurrir al banco para solicitar tarjetas de crédito. "Cuando estas llegaron al tope, le pedimos dinero a los familiares y cuando ya no teníamos a quien acudir, volvimos al banco a solicitar un préstamo, que nos negaron".

En marzo de este año, por fin se abrió la avenida de nuevo al tráfico, aunque el Metro todavía no presta servicio en la zona. Pero ya era demasiado tarde, las deudas eran muchas y los clientes habían desaparecido. En junio de 2009 reciben la resolución del expediente que Ferrocarriles Andaluces les abrió en septiembre de 2007. La conclusión es que no les corresponde ninguna ayuda, porque no existe un daño evaluable económicamente y que "el sustento probatorio deducible del expediente resulta muy escaso por no decir nulo ya que, además de las manifestaciones del reclamante, no se dispone más que de fotocopias aportadas por la propia parte interesada". La respuesta también indica que "sólo a través de documentos que tengan carácter oficial y de los que pueda presumirse su certeza y exactitud contable, podrían acreditarse las ventas de diferentes años.

"Lo que entregamos fueron los modelos de Hacienda de los trimestres del año anterior y los del año en curso, ¿acaso una documentación que es de Hacienda no es lo suficientemente oficial para ellos?, ¿por qué no nos solicitaron nada más si lo veían insuficiente?". Para ellos, el progreso y la modernidad del Metro aún no ha llegado a Montequinto.

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