Un niño de cinco años murió ayer en Mairena del Aljarafe después de precipitarse al vacío desde un quinto piso. El menor cayó desde una ventana del número 24 de la barriada Ciudad Aljarafe y murió prácticamente en el acto. La Guardia Civil ha abierto una investigación de los hechos, si bien todo apunta a que el pequeño se precipitó de manera accidental tras subirse a una silla y conseguir abrir la ventana por sus propios medios, según informaron ayer a este periódico fuentes de la investigación. Luego se encaramó al alféizar y se coló entre éste y la ventana. Ésta es la hipótesis con la que trabajan los investigadores, que están a la espera de los resultados de la autopsia para cerrar el caso.

Los hechos ocurrieron sobre las cuatro y media de la tarde de ayer. El niño era autista y se encontraba de vacaciones en Mairena del Aljarafe con sus abuelos. Su familia reside en el municipio pacense de Fuente del Maestre, pero el menor estaba pasando las fiestas navideñas con los abuelos en Sevilla. La familia se encuentra enormemente afectada por esta tragedia e incluso el abuelo intentó quitarse la vida arrojándose al vacío tras conocer que su nieto había muerto estando a su cargo.

Algunos familiares y vecinos lo impidieron, según indicaron algunas de las personas que permanecían ayer junto al escenario de los hechos.

El menor falleció prácticamente en el acto tras el impacto contra el suelo. El propietario de un bar cercano, Miguel Collado, oyó el golpe cuando se encontraba en su negocio y salió a averiguar lo que ocurría. Vio al niño en el suelo y lo atendió. Estaba inconsciente y sangrando por la cabeza. "Todavía respiraba, pero enseguida se puzo azul y luego morado. No podía hacerse nada más", explicó el hostelero poco después del suceso. El servicio de emergencias sanitarias del 061 desplazó una UVI móvil al lugar de los hechos, pero sólo pudo certificar la defunción del menor.

El cadáver del niño permaneció en el suelo hasta la llegada de la comisión judicial, que decretó el levantamiento del cuerpo sobre las seis y cuarto de la tarde. La Guardia Civil y la Policía Local de Mairena del Aljarafe habían acordonado la zona previamente para que nadie accediera a ella. El niño había caído en una zona interior de los bloques, de manera que el cuerpo no podía verse desde fuera del perímetro marcado por los agentes. Dos empleados de la funeraria trasladaron en una camilla los restos mortales del menor, que iba dentro de una de las bolsas utilizadas para el traslado de cadáveres.

La comitiva bajó así las escaleras que separan los bloques de Ciudad Aljarafe de la calle, donde aguardaban el furgón fúnebre y el taxi que había traído a la comisión judicial. A la camilla la seguían dos familiares del menor, visiblemente conmocionados y destrozados por el dolor. Algunos vecinos apuntaron que la familia ya ha sufrido en otra ocasión una pérdida trágica. En las próximas horas se le practicará la autopsia al cuerpo del niño para que pueda recibir sepultura.