El Palmar de Troya retoma el proceso para convertirse en ayuntamiento

Casi una década después de que la pedanía de El Palmar de Troya iniciara formalmente los pasos para su segregación del Ayuntamiento matriz de Utrera, la Junta Vecinal ha tomado la decisión de reimpulsar el proceso con el reto de que para las próximas elecciones municipales de 2015 sea un municipio más a todos los efectos, el número 106 de la provincia. Es la reacción, la huida hacia adelante que la población de casi 2.500 vecinos ha emprendido para intentar zafarse de la decisión del Gobierno central del PP de eliminar las entidades locales menores, anunciada dentro del borrador de la Ley para la Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, que modificará la actual Ley Reguladora de Bases de Régimen Local y en la que trabaja el Ejecutivo.

No obstante, frente a esa "tabla rasa" que se pretende hacer con todas las entidades, desde El Palmar de Troya se pone el acento en que poco tienen que ver sus circunstancias con las de otros núcleos del centro y el norte del país que no llegan a cien vecinos y que, en su caso, la condición de Entidad Local Autónoma (E.L.A.) se adquirió como requisito previo y de forma transitoria -aunque se ha alargado más de lo previsto- hacia la completa segregación, que se quiere superar para constituirse a todos los efectos como ayuntamiento.

Según explicó ayer en un comunicado el alcalde, Juan Carlos González (PSOE), son conscientes de que, aunque están "preparados", el camino no será "fácil ni corto". La propuesta que se debatirá en la Junta Vecinal es, en concreto, la de "culminar el proceso de segregación", iniciar el expediente recogido en el artículo 96 de la Ley 5/2010 de 11 de junio de Autonomía Local de Andalucía, solicitar a los grupos políticos de Utrera el apoyo al proceso y "establecer junto a ellos una hoja de ruta consensuada que culmine en la segregación" y dar traslado de todo ello al alcalde y a los portavoces de los grupos políticos del Ayuntamiento de Utrera.

No tendrán problemas para obtener el respaldo a su propuesta en el Ayuntamiento matriz. El PSOE de Utrera, con diez concejales, ya ha anunciado que apoyará una iniciativa que José María Villalobos, su portavoz, calificó de "valiente". El alcalde, Francisco Jiménez, también avanzó el apoyo de los nueve ediles andalucistas, como ya ocurrió cuando se inició todo el proceso, a lo que es un deseo y la voluntad de "la mayoría de los palmareños". En la oposición hay también cuatro ediles del PP (gobiernan en coalición con el PA), un edil de IU y otro de UPyD. Sería el inicio de un proceso muy complejo, que requiere la elaboración de un completo expediente, con informes sectoriales, el pronunciamiento del Consejo Consultivo de Andalucía y diversos órganos de la Administración autonómica y central. Ello, en un momento en el Ejecutivo del PP aboga por reducir el peso de las administraciones públicas. En cuanto a los requisitos para la segregación, en la Ley de Autonomía Local de Andalucía está recogido como un proceso de "carácter excepcional" y debe estar muy justificado, por razones históricas, sociales, económicas, laborales, geográficas y urbanísticas que no especifica. Sí habla de que los municipios matrices no pueden verse afectados de forma negativa por la cantidad y la calidad en la prestación de servicios y que el nuevo municipio debe ser capaz de prestar los suyos con todas las garantías. De segregarse El Palmar, lo que sí supondría para Utrera sería bajar de los 50.000 habitantes, una cifra por la que ha venido luchando en el padrón para mejorar sus condiciones de financiación.

El movimiento segregacionista en El Palmar de Troya -situado a más de 14 kilómetros del núcleo urbano de Utrera- tomó forma a partir de 1999, cuando El Grupo Independiente de El Palmar, con Manuel García Alonso a la cabeza, concurrió a los comicios y salió como concejal. Tras el inicio del expediente de segregación, en el año 2003, el Consejo de Gobierno de la Junta aprobó su constitución como E.L.A., que, según la ley, debía durar al menos cinco años para poder el paso siguiente y constituirse como ayuntamiento. Llegado el momento, en 2008, el expediente no se terminó de presentar formalmente porque la ley pedía que se superaran los 2.500 habitantes y no era el caso. Según recordaba ayer el propio García Alonso, el requisito poblacional se dejó fuera en posteriores leyes. Como E.LA., El Palmar de Troya gestiona competencias ya como las licencias de obras, la recogida de residuos, el tráfico, fiestas, servicios sociales o cultura.