El Ronquillo, un entorno entre dos riberas

En la Vía de la Plata y a sólo 20 minutos de la capital se encuentra este pueblo inmerso en plena naturaleza. Emerge esta hermosa villa entre las dos riberas de Huelva y Cala, cuyos orígenes son tan encantadores como su entorno. Fue aquí donde en el siglo XV se ubicaba la famosa Venta El Ronco que, junto al apodo de su afónico propietario, dieron nombre al pueblo.

El Ronquillo ha sido elegido a lo largo de su historia como lugar de retiro y descanso para el viajero. Aunque pequeño, es muy hermoso y ofrece también una gran variedad de actividades al aire libre: practicar senderismo por su Vía Verde, pescar en los Lagos del Serrano, recorrer sus montes en bicicleta o buscar la tranquilidad en el embalse de La Minilla.

En la actualidad, El Ronquillo cuenta con varios senderos homologados por la Federación Andaluza de Montañismo. Algunos de ellos son Los Brezales-Umbría de Santa Fe, Los Cachones, Sierra Clara, El Calamón, Barranco La Lana, Las Cañadas, La Fuente, El Cortinal o la ruta circular noroccidental-Vía de la Plata en sus diferentes etapas: El Garrobo-El Ronquillo y El Ronquillo-Castilblanco de los Arroyos.

Hay que destacar que El Ronquillo cuenta con dos espacios naturales protegidos. Por un lado, la Ribera de Cala que bordea el límite Este del municipio con Almadén de la Plata, separando después los municipios de El Ronquillo y Castilblanco para desembocar en el río Rivera de Huelva ya en el término de Guillena. El otro tiene como protagonista al río Rivera de Huelva y que recorre unos 18 km. en la comarca entre los municipios de El Castillo de las Guardas y El Ronquillo. Este afluente del Guadalquivir vierte sus aguas por la margen derecha muy próximo a Sevilla.

Por otro lado, la Vía Verde de El Ronquillo discurre por la orilla del embalse de La Minilla, en el término municipal de El Ronquillo, ofreciéndonos unos preciosos paisajes de bosque mediterráneo. Situada a sólo 30 minutos de Sevilla capital, sus características son perfectas para su disfrute por todos los públicos, dada su accesibilidad y por contar con un alojamiento con encanto y centro de turismo activo en la que fue la antigua estación de ferrocarril, hoy rehabilitada. También aquí podremos disfrutar de una gastronomía magnifica, ya que dispone de restaurante con recetas tradicionales de carnes de caza, arroces y cerdo ibérico.

La gastronomía ronquillera es muy rica y variada, capaz de satisfacer el paladar más exigente. Una de sus características es su elaboración de los productos típicos del pueblo. Este pueblo de la sierra sevillana cuenta con una amplia tradición ganadera.

Todos los años en los meses de invierno se celebran las tradicionales matanzas por lo que podrás encontrar todo tipo de chacinas y productos serranos de excelente calidad (chorizo, jamón, caña de lomo, y diversos tipos de carnes).

Las carnes de caza son otra especialidad ronquillera. El conejo, la perdiz, el venado o el jabalí pueden ser degustados en bares y restaurantes, cocinados respetando las recetas tradicionales del pueblo.

Los dulces y pasteles artesanos, una gran variedad de productos exquisitos, como las torrijas, las galletas rellenas, los pestiños, los roscos, las rosas, los buñuelos, los gañotes, perrunillas, las tortas de chicharrones y bizcochos. Todos ellos realizados con productos naturales del campo, como la miel y que están deliciosos.

Los típicos gurumelos (Amanita Ponderosa), es una seta muy característica de la zona y muy valorada. Su sabor es único. Se pueden cocinar de distintas maneras: asados, revueltos, en guisos, dándole un toque de sabor especial. Los gurumelos podemos encontrarlos especialmente en el mes de marzo. Se pueden degustar en los bares y restaurantes de El Ronquillo.

Toda esta riqueza paisajística y gastronómica se complementa con un interesante patrimonio cultural que puede ser descubierto a través de las diferentes rutas urbanas existentes como la de las fuentes, los pozos y miradores, la destinada a las plazas y monumentos, la de las Historias y Leyendas, los rincones con encanto, la de las tradiciones, la del Día de Andalucía o la de las Noches al fresco.