La localidad sevillana de Coria del Río ha reforzado este martes por la noche su vínculo con Japón con la celebración de la ceremonia Toro Nagashi, una tradición nipona para velar por las almas y desear la paz en el mundo, en la que han participado miles de vecinos del municipio y de pueblos cercanos.

La cita se ha iniciado a las 20:30 en el monumento Yashiro en Orilla, conocido como Templo de las almas, obra del artista japonés Kiyoshi Yamaoka, desde donde los vecinos han colocado en el agua unos farolillos símbolo de esta celebración, que en el municipio se lleva a cabo desde 2017.

En esta edición se han puesto a la venta 5.000 farolillos, en una zona tematizada con detalles orientales y con diferentes stands y puestos de comida japonesa que permitieron a los ciudadanos vivir la fiesta inmersos en un ambiente japonés.

Todo ello basado en el legado que dejó en el pueblo la Embajada Keicho, que contó como protagonistas con el samurái Hasekura Tsunenaga y el franciscano de Sevilla Fray Luis Sotelo, que lideraron la expedición diplomática enviada a España por el daimyo (señor feudal) japonés Date Masamune con el objetivo principal de establecer relaciones comerciales entre los dos países.

Tras superar el Océano Pacífico salvando tempestades, cruzar México en mula y atravesar el Atlántico enrolados en la Flota de Indias, la Embajada llegó a España en 1614, donde se estableció durante un año hasta conseguir audiencia con Felipe III.

No obstante, el monarca no aceptó las propuestas japonesas, a pesar de que continuaron hasta Roma para conseguir el respaldo del Papa Paulo V y de que permanecieron afincados en España durante siete años para tratar de cambiar la postura del rey de España.

Finalmente, la Embajada Keicho tuvo que volver a Japón sin haber cumplido su misión, aunque muchos de sus componentes se quedaron para siempre en Coria del Río.