La paz sin salir de Pilas

El complejo residencial Lantana, en Pilas, es apreciado por la tranquilidad que permite su construcción. Concebido como seminario, desde el año 1991 es un centro hotelero sin las prisas de la vida diaria.

El gerente de Lantana, Manuel Caracuel, en uno de los patios del complejo residencial.
El gerente de Lantana, Manuel Caracuel, en uno de los patios del complejo residencial.
Reyes Rocha / Pilas

27 de enero 2012 - 01:00

En Pilas existe un lugar que es un remanso de paz y tranquilidad. Se trata del complejo residencial Lantana. Situado en las instalaciones del antiguo seminario menor, se trata de un lugar que, aunque cerca del pueblo, es una isla de paz y tranquilidad en la que un paseo por sus jardines puede hacer olvidar el ajetreo de la vida cotidiana.

Esta paz es muy apreciada por grupos que necesitan especial concentración como orquestas o reuniones de profesionales en psicología y educación. Con tanta tranquilidad y buenas vibraciones no es extraño que Lantana sea escogida todos los años por Daniel Baremboin para preparar el ciclo de conciertos de su Orquesta del Taller del Diván. También se ha realizado retiros y festivales budistas.

El complejo fue construido por el cardenal Bueno Monreal con una clara intención docente para su uso como seminario menor. De hecho, el edificio es propiedad de la diócesis de Sevilla, teniendo los actuales gestores una concesión.

En esta nueva etapa que comenzó cuando fue reformado como hotel para la Exposición Universal de 1992, se ha convertido en un referente para los grupos que buscan un lugar tranquilo en la provincia. Además, su situación en Pilas, cerca del preparque de Doñana, le hace ser punto de partida para muchos de los que se acercan hasta la mayor reserva natural del sur de Europa.

Su gerente, Manuel Caracuel, afirma que una de las principales ventajas y nota diferenciadora de este recinto es que el sentido docente de la edificación le hace tener muchas salas, además de un gran auditorio que permite la posibilidad de estar trabajando a grupos diferentes sin que se molesten entre sí.

El hecho de ser un remanso de tranquilidad no quiere decir que la residencia no participe también de la vida del municipio. Incluso en algunas de las ocasiones el auditorio ha sido utilizado por el Instituto de la localidad.

Y es que los 40.000 metros cuadrados de Lantana incluyen, además de las instalaciones propias de un complejo turístico, jardines adaptados recientemente a las personas con discapacidad.

Como curiosidad y en atención a los grupos que suelen ser la principal clientela de Lantana, t existe la posibilidad de acondicionar uno de los salones como guardería. "Aquí hay dos posibilidades. O bien el grupo contrata su propio personal para los niños o nosotros facilitamos los monitores", explica el gerente de Lantana.

Los jardines, dos habitaciones para personas con discapacidad y la cocina se han adaptado a la normativa vigente gracias una subvención de la Asociación de Desarrollo Aljarafe Doñana incluida en el programa Lider A. En concreto, ha recibido una ayuda de 105.000 euros. El comedor del complejo tiene capacidad para dar comida casera a unas 400 personas, de lo que se encargan sus tres cocineras.

Lo que está claro es que quien prueba la estancia en Lantana, repite, tenemos una clientes más o menos fija ya que muchos toman l establecimiento como punto de partida de rutas por la provincia o la comunidad".

Lantana dispone de 228 plazas hoteleras a unos precios "realmente asequibles", explica Manuel Caracuel.

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