El Pleno de la Diputación de Sevilla, que se ha celebrado este jueves de forma telemática, ha aprobado definitivamente el Plan de Residuos no Peligrosos de la Provincia de Sevilla, que estará dotado con 349 millones hasta 2035 y que desarrolla un nuevo modelo gestión, apostando por el reciclaje y por que solo el 10% de los residuos terminen enterrados en vertederos en 2030.

Entre otras cosas, contempla la creación de un Consorcio Provincial de Residuos. La diputada del Área de Servicios Supramunicipales, Trinidad Argota, incidió en que a pesar de la inversión necesaria, que supondría un aumento de 50 euros al año en el coste del recibo de la basura por familia, sólo supondrá al final del proceso un aumento de un euro al año, por la implicación de las administraciones y la captación de fondos europeos que se espera hacer. 

El documento, que ha contado con la abstención de PP y Adelante y el apoyo del resto de grupos, es fruto de la participación de muchas entidades e instituciones, según subraya Argota, quien destaca que este es el primer plan provincial aprobado a nivel andaluz, "perfectamente alineado con las líneas de acción de la Junta", los estatales y con las directrices europeas, después de tres años de trabajo.

Según ha recordado, en la actualidad sólo un 23% de las basuras que se generan en Sevilla se reutiliza y el 70% se elimina, unos datos a los que "hay que darle la vuelta para que se reutilice el 63% de la basura que producimos".

"Es un documento complejo, el instrumento que define la estrategia general de residuos en la provincia, apostando por la buena gobernanza, la eficiencia y calidad del servicio, la prevención y la reutilización, el reciclado, la eliminación segura y la sostenibilidad global del sistema de residuos no peligrosos, así como la sostenibilidad ambiental y social", insiste. También ha incidido en que "clarifica y sienta las bases para el futuro, además de para el acceso a fondos financieros de otras instituciones", como puede ser el ámbito europeo.

Además, Argota plantea "objetivos ambiciosos" para que Sevilla sea "ejemplo en la gestión de residuos urbanos" y detalla que el plan contempla dos grandes apartados de actuación. Uno de ellos está centrado en el cambio de modelo de gestión, con la inclusión del quinto contenedor, el de la extracción orgánica, con una inversión de 180 millones; mientras que el resto de fondos se dirige a acciones de formación, concienciación e inversiones en nuevas infraestructuras o la modernización de las existentes. Entre las nuevas, menciona las relacionadas con gestión de biorresiduos, o puntos limpios, entre otros.

"Es un nuevo modelo de gestión, un plan que requerirá de la implicación absoluta de todos y cada uno de los ayuntamientos, mientras que en el ámbito del agua los municipios han de estar mancomunados y en las distintas unidades de gestión para facilitar la gestión de los residuos", añade, recordando que se pretenden poner en marchas iniciativas como la recogida puerta a puerta, con experiencias piloto en el entorno de Montellano para su ejecución posterior en la Sierra Morena y la Sierra Sur, en municipios pequeños.

Al respecto, el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, ha destacado "el trabajo incansable" realizado para sacar adelante este plan y subraya que "hace falta que Europa sea consciente" y aporte financiación para las actuaciones en la mejora de la gestión de residuos en la provincia, "si no lo haremos con fondos propios poco a poco".

De su lado, la portavoz de Adelante en la Diputación hispalense, María Izquierdo (IU), ha justificado su abstención al valorar "positivamente el plan", que aborda una de las principales competencias de la administración local, pero advertir de que "no termina de verlo". Afirma que "fija el marco y es un primer paso muy importante", mientras que "se trata sutilmente la reducción de residuos y no se aborda convenientemente el tratamiento de escombros", a la par que recuerda las alegaciones de ecologistas en relación a la cementera de Alcalá de Guadaíra.

"Está lejos de los países punteros, aunque no me cabe duda de que ayudará a poner en orden ante el caos que existe en los residuos. Tiene que ir a abordar los problemas y apostar por medidas como pago por generación, recogida separada de residuos o depósito y retorno de envases. Se da la falsa apariencia de que se mejora la gestión de residuos, pero escondiendo el problema grave de la opacidad de esa gestión, como pasa en muchas regiones europeas", insiste, llamando la atención sobre que el plan sí recoge "la lamentable situación actual y que existe dumping entre vertederos".