El Coronil

Los servicios mínimos se cumplen y el alcalde y el SAT siguen negociando

  • Tragsa logra retirar el 20% de la basura, mientras que las partes avanzan hacia un posible acuerdo.

Por primera vez después de dos meses, la ausencia de incidentes y la normalidad en el cumplimiento de los servicios mínimos por la huelga en la recogida de la basura, de la que se encargaron operarios de la empresa estatal Tragsa, marcaron la jornada de este martes en El Coronil. Tras certificarse que el operativo había salido sin que la acción de los piquetes lo impidiera -apenas hubo un retraso de media hora por un problema mecánico-, el SAT y el gobierno local iniciaron, a las diez en el Ayuntamiento, las negociaciones con el reto de llegar a un acuerdo que acabe con el conflicto. La reunión se prolongó hasta casi las tres de la tarde.

Y las cosas parece que no fueron mal del todo, aunque no trascendieron detalles de lo que se ha podido avanzar, en tanto que está previsto que este miércoles las partes se vuelvan a sentar para cerrar una solución a esta peculiar huelga, que no está convocada ni por el comité de empresa del Ayuntamiento ni por el personal del servicio, sino por el SAT para que se reactive una bolsa con la que hasta mediados de 2012 se venían cubriendo con contratos rotatorios dos de los cinco puestos de peón de la basura. Tras lo que parecen algunos avances, las partes acordaron dedicar la tarde de ayer a consultarlos y asesorarse antes de seguir hablando.

En la negociación están participando el alcalde, el socialista Jerónimo Guerrero, y la edil de Seguridad Ciudadana y Servicios Sociales del Ayuntamiento, Alicia Melgar, junto al mediador designado por el PSOE de Sevilla, el alcalde de Castilblanco, Segundo Benítez. Por el SAT están Diego Cañamero y María del Carmen García, también miembro de la dirección del sindicato, junto a Manuel Gutiérrez Arregui, coordinador provincial de IU. En las reuniones no hay cámaras de televisión, como había pedido el SAT inicialmente. Llegado el momento, ambas partes tendrán su tiempo en la televisión local para explicarse.

Mientras que se negociaba, los operarios Tragsa (que suplen la baja por motivos psicológicos de cuatro de los cinco operarios del servicio, sometidos a una enorme presión) cumplían con los servicios mínimos fijados por las autoridades laborales en días alternos: todo el pueblo en la medida que tiempo en la jornada laboral sin dejar de recoger colegios, centros de salud y mercados.

Según fuentes municipales, se logró recoger entre el 15 y el 20% de la basura acumulada desde la última alerta sanitaria, el 7 de marzo, priorizando las zonas cercanas a viviendas, en el centro del pueblo, y esos puntos sensibles. Se dejaron sin recoger las áreas más periféricas. En el caso de que no haya acuerdo hoy, el operativo volverá a salir el jueves. Las negociaciones han coincidido con la firma del acuerdo con Tragsa, que hubiera implicado de otra forma mayor presencia de Guardia Civil para garantizar la recogida, y de una primera concentración de vecinos pidiendo a las partes una salida al conflicto.

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