Una sevillana pide ayuda a Margallo para poder ver a sus hijos en Argelia
El marido de Asunción Salas se llevó a los tres niños hace cuatro años y desde entonces apenas los ha visto pese a contar tres sentencias a su favor.
La sevillana Asunción Salas ha dirigido una carta al ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, para solicitar su ayuda a fin de recuperar la custodia compartida de sus tres hijos, que su marido se llevó a Argelia hace cuatro años. Salas, de 34 años y originaria de Alcalá de Guadaíra, aseguró este martes e que espera que García-Margallo pueda interceder por ella ante su homólogo argelino, Ramtan Lamamra, quien este miércoles comienza una visita de dos días a España.
Desde que el 6 de marzo de 2010, su marido, el argelino Hocine Mabrouk, se llevara a Samara, de 15 años, Salahadín, de 13, y Rayhan, de 10, a Argelia, a pesar de la existencia de una sentencia judicial que prohibía la salida de los niños del Reino Unido, Asunción Salas apenas ha visto a sus hijos. Tras pasar por cinco abogados argelinos y dos ONG de defensa de los derechos de la mujer, lo único que ha conseguido Salas, que vive en Argel para luchar por sus hijos desde junio de 2010, han sido tres sentencias a su favor, de las cuales ninguna ha sido ejecutada. La primera, de 2012, estipula que Salas tiene derecho a la custodia de sus hijos durante los fines de semana y las vacaciones escolares. Sin embargo, su marido se niega a cumplir con lo establecido por el juez y, desde entonces, Salas viaja al menos dos veces al mes hasta Guelma, a 500 kilómetros al este de Argel, y de Guelma a la aldea de Ain Trab, a otros 50 kilómetros al sur, donde residen sus hijos, para, sólo en algunas ocasiones, verlos unos minutos. La última vez que pudo estar con ellos fue el 31 de enero, asegura con lágrimas en los ojos. "Sólo lloramos, no les pude decir nada. Su padre siempre está delante", añade Asunción.
Las dos últimas sentencias datan de los pasados 6 de octubre y 23 de diciembre. En la primera de ellas el juez le otorga la razón y condena a su marido a seis meses de cárcel por incumplimiento de la sentencia anterior y, en la segunda, un tribunal de apelación ratifica el fallo. Sin embargo, ella denuncia que todo sigue igual y se pregunta por qué ni el Reino Unido ni España pueden hacer que se cumplan las leyes y por qué no existen convenios para evitar estas situaciones.
Desde que su caso saltó a los medios de comunicación, a finales del año pasado, explica que ha conocido los casos de una gallega, de una catalana y de una valenciana que están pasando por la misma situación que ella. Afirma que en el consulado y la embajada españolas en Argelia le están ofreciendo apoyo desde hace unos meses, pero confiesa que no es suficiente.
Su historia comenzó hace 18 años, cuando con tan sólo 16 se fue a estudiar a Inglaterra, donde vivía una hermana de su padre. Tenía pensado estar unos meses, pero, "cosas de la juventud", allí conoció a Mabrouk y nunca volvió a España. Tres años después nació Samara y después vinieron Salahadín y Rayhan, y comenzaron los malos tratos. En 2009, indica Salas, su marido se quitó el cinturón y pegó a Samara, "fue la gota que colmó el vaso". Tras pasar casi cuatro meses en un centro de acogida, comenzó los trámites del divorcio, periodo en el que Asunción disfrutó la custodia de los hijos y su padre un fin de semana de cada dos y varias horas entre semana. Sin embargo, antes de que este se materializara en octubre de 2010, el 6 de marzo de ese año, Hocine recogió a sus hijos del colegio y se los llevó a Argelia. "Sólo pido, señor ministro, que me ayude a poner fin a esta crueldad e injusticia. Inste, por favor, a su homologo argelino a intervenir para que se cumpla el régimen de visitas estipulado por una sentencia del Tribunal de Apelación de Guelma, Argelia", señala Asunción Salas en su carta al ministro de Exteriores español.
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