El Betis se fue con amargura del duelo ante el Barcelona. Seguro que hoy la reflexión será distinta, después de analizar un partido en el que los heliopolitanos compitieron de tú a tú y en el que incluso dispusieron de ocasiones para un resultado más favorable. El postrero gol de Jordi Alba, con una acción mil veces repetida, rompió la pizarra de Manuel Pellegrini y dejó al Betis sin puntos para su casillero.

Con tres novedades en el once –Bartra en la zaga, Guardado en la medular y Juanmi en el ataque–, el técnico bético tenía muy claro el plan de partido. Neutralizar el juego interior del Barcelona era la premisa, de ahí que el mexicano fuera el elegido para acompañar a Guido; luego había que explotar la espalda de la zaga azulgrana, sobre todo por el lado de Daniel Alves, hoy por hoy más lento que el atacante de Coín.

La pizarra del Betis.

El plan funcionó. Los verdiblancos desconectaron a Gavi y Frenkie de Jong durante muchos minutos, y los de Xavi sólo hallaron salida con la velocidad y el desborde del siempre impredecible Dembélé; luego, las entradas desde el banquillo de Adama y Ansu Fati le dieron más argumentos a los azulgranas, a los que les costó romper ese entramado por dentro del Betis, con un Guido incomensurable.

También la pizarra de Pellegrini tenía detectado otro punto débil azulgrana en las acciones de estrategia. Así llegaría el tanto bético, que igualaba la contienda por medio de Bartra, y también ocasiones para Pezzella, siempre peligroso en ataque.

Defensa

Con una alta intensidad tanto en la presión en defensa posicional como en la activación tras pérdida, el Betis dificultó el trabajo de Busquets, Gavi y De Jong. Guido y Bartra saltaban a por los atacantes azulgranas, y el Barcelona sólo encontró salidas por las alas o en balones en largo.

Esa agresividad bética se agrandó en el arranque del segundo acto, en los mejores minutos del equipo bético. Luego, cuando Xavi refrescó al equipo con Aubameyang, Ansu Fati y Adama, el Betis volvió a sufrir en los laterales.

Bartra remata de cabeza para lograr el gol bético.

Ataque

Como es habitual, el Betis le quiso dar velocidad a sus transiciones, ya fueran con salidas rápidas y coordinadas desde atrás o con recuperaciones en campo rival. Juanmi, que le ganó duelos a Daniel Alves, dispuso de las mejores ocasiones con su profundidad Quizá los verdiblancos echaron en falta más presencia de Fekir y Canales en zonas avanzadas, ya que ambos estuvieron más ocupados en ayudar a ese inicio del juego desde campo propio.

Con Álex Moreno menos activo en ataque que en otras ocasiones, ante ese peligro de los extremos azulgranas, Borja Iglesias se fajó con Araujo y, pese a que apenas dispuso de ocasiones, sí generó fútbol para el equipo.

Virtudes

El equipo se activó con un gran nivel de intensidad, tanto con la pelota como sin ella. Una lástima esas ocasiones que se le escaparon a Juanmi, que pudieron cambiar el guión del partido.

Talón de Aquiles

Esa acción final de Jordi Alba debió ser mejor defendida.