El Betis estrenó el casillero de victorias en el Nuevo San Mamés en el mejor momento posible. Un triunfo por la mínima (0-1) de incalculable valor por ese colchón de cinco puntos que tiene en estos momentos sobre Girona y Athletic, y por situarse a sólo dos del Villarreal, quinto.

Un zarpazo del cuadro de Manuel Pellegrini en La Catedral para empezar a amarrar un billete europeo por tercera temporada consecutiva dentro de ese milagro que sigue haciendo el chileno con un conjunto verdiblanco que firmó ante los de Ernesto Valverde la mejor primera parte en este 2023, y que gracias a su excelente labor defensiva, dentro de ese espíritu competitivo que sigue teniendo, mantuvo su portería a cero.

El Betis golpeó muy pronto al Athletic con un buen gol de Willian José – a ver si le sirve para coger confianza y entonarse en la recta final de la temporada después de una muy gris campaña– y los verdiblancos se sintieron muy cómodos. Presión alta para robar en campo contrario, control de la pelota y salidas a la contra cuando el Athletic, mal en el último pase y revolucionado arriba, propiciaba ese tipo de acciones en el primer acto. De hecho, Ayoze tuvo así una oportunidad clarísima para haber hecho el 0-2, pero no estuvo acertado en el remate y hasta a balón parado estuvo el cuadro heliopolitano cerca de marcar en un saque de esquina al primer palo rematado por Paul Akouokou que se estrelló en el travesaño.

El Athletic, en el tramo final de la primera parte, empezó a acercarse cada vez con más peligro a la portería bética, cosa que fue in crescendo en una segunda mitad en la que el Betis se mantuvo vivo gracias a su triángulo defensivo, sobre el cual cimentó su fortaleza atrás para evitar que los rojiblancos perforaran la portería de un Claudio Bravo que después de mucho tiempo sin jugar regresó a buen nivel. Pezzella y Paul Akouokou firmaron una actuación extraordinaria, y eso que esta pareja desprendía en la previa cierta incertidumbre. Sin embargo, el trabajo del argentino y del costamarfileño fue creciendo a medida que avanzaba el partido. Hasta 10 despejes firmó Paul, más dos intercepciones, dos tackles, dos de dos en grandes duelos ganados y dos duelos aéreos ganados de tres (datos de sofascore.com). El argentino, por su parte, firmó cuatro despejes, un disparo bloqueado, tres intercepciones, un tackle y tres de cuatro duelos aéreos ganados.

Al gran trabajo de los centrales se le unió el de Guido Rodríguez, que tuvo que fajarse de lo lindo para contener el ímpetu de los leones, sobre todo el de un Sancet que se movió muy bien entre líneas. Hasta siete duelos de 12 a ras de hierba ganó el pivote argentino, que por fin está elevando el nivel después del bajón sufrido a la vuelta del Mundial.

Y mención especial también para Sabaly. Tras un largo periodo de tiempo parado para superar unas molestias de tobillo, el senegalés estuvo a un muy buen nivel en San Mamés. Supo frenar a Nico Williams y se incorporó en muchas ocasiones al ataque, siempre con peligro y buscando la portería rival. Un derroche físico muy importante que fue de mucha ayuda para que el Betis aguantara el gran arreón del Athletic. Al final del partido, los jugadores del Betis se felicitaban entre sí por el enorme esfuerzo realizado para sumar tres puntos de oro. Un triunfo basado en un triángulo defensivo como pilar.