Apenas cuatro días después de la exhibición en San Sebastián, el calendario de Liga marcaba otro partido de máxima exigencia ante este Villarreal de Champions que dirige Unai Emery, y el Betis no supo manejarlo. Ni el planteamiento inicial, con seis cambios en el once, ni las rectificaciones posteriores le dieron fluidez a un equipo obstruido en la sala de máquinas tanto por cuenta propia como también por la ajena.

Aunque Pellegrini mantuvo a su línea ofensiva más titular, con Canales, Fekir y Juanmi, las dificultades para salir desde atrás acabaron bloqueando el habitual torrente ofensivo bético. Sin Édgar, el central con una salida más limpia, Álex Moreno, el lateral que otorga mayor profundidad, y, sobre todo, sin William Carvalho, el faro desde el que se ha sustentado el mejor Betis de la temporada, los verdiblancos no impusieron su ritmo ante un Villarreal con un sostén espectacular llamado Capoue y una pareja de centrales de primer nivel.

La pizarra del Betis.

Tampoco los pequeños detalles ayudaron esta vez al equipo bético, que concedió el primer gol en un saque de esquina, y que no aprovechó esos balones en el área rival que otros días le sirven para dar lustre a partidos más desenfocados.

Defensa

Con cambios tanto en la zaga como en la pareja de medios centro, el Betis perdió solidez. No tuvieron los verdiblancos esa firmeza de los mejores días, sobre todo en los laterales y así comenzaron a gestarse los ataques del Villarreal.

La presión sobre la salida del rival tampoco surtió efecto ante el buen manejo del balón de Pau Torres, Parejo o Capoue, por lo que la sensación era de mayor fragilidad pese a que el conjunto visitante tampoco inquietó demasiado a Rui Silva hasta el 0-1. Una mala acción defensiva en un saque de esquina facilitó el gol de Pau Torres, sin marca.

Gerard Moreno controla entre Miranda y Guardado.

Con el marcador en contra y los cambios, el equipo heliopolitano intentó jugar en campo rival, lo que generó espacios que el Villarreal fue aprovechando al contragolpe. Así llegó el 0-2 de Capoue, como pudo haber llegado antes con Chukwueze –fuera de juego milimétrico– o después con la ocasión de Danjuma que salvó Rui Silva.

Ataque

Ahogado en la sala de máquinas, Canales y Fekir bajaron demasiado a recibir la pelota, lo que los alejó de zonas de peligro y dejó sin efecto la movilidad de los atacantes béticos, que también echaron de menos una mayor aportación de los laterales, que normalmente actúan casi como extremos.

Los cambios tampoco mejoraron las prestaciones y sólo Canales, que acabó de mediocentro, buscó pases que generaran ocasiones, pero ni Willian José ni Fekir estuvieron acertados en el remate.

Virtudes

Los puntos acumulados permiten un traspié pensando en la cita copera del miércoles.

Talón de Aquiles

Las rotaciones no aportaron frescura con la pelota y el Betis necesita sentirse cómodo con el balón para dominar el juego.