El blindaje del vestuario
Betis
A la espera del capitán Joaquín, el club verdiblanco completa con la continuidad de Claudio Bravo el núcleo duro de Pellegrini
La renovación de Claudio Bravo, el noveno anuncio del Betis en los últimos meses, casi cierra el círculo trazado por Manuel Pellegrini, cuya continuidad ya marcó la continuidad del proyecto deportivo. La extensión por una temporada más del contrato del meta chileno viene a blindar al vestuario verdiblanco, un ecosistema que ha alcanzado el equilibrio necesario para instalar al club verdiblanco en la élite, el gran objetivo que viene persiguiendo la entidad.
A la espera de que finalmente suceda con Joaquín, el gran capitán y que tendrá la última palabra para decidir si continúa un año más –los últimos indicios lanzados por el portuense se inclinan al sí–, Pellegrini pidió la continuidad de Claudio Bravo, una de sus extensiones sobre el terreno de juego y que también ejerce su liderazgo en la caseta.
La experiencia del meta chileno fue una de las cualidades que se valoró en el verano de 2020 cuando se concretó su fichaje. Entonces, y como confirmó el propio portero en su presentación, firmó un contrato por dos temporadas, que finalizaba este próximo mes de junio.
El club verdiblanco ya negoció hace semanas la continuidad del meta, que ayer fue anunciada bromeando con su edad y con Joaquín como referencia. "Ahora todo el mundo quiere jugar hasta los 40. Qué casualidad, hombre", recogía el Betis en sus redes sociales, ya que Bravo alcanzará esa cifra durante su vinculación con la entidad bética.
"Es un excelente profesional que ejerce su liderazgo y todavía tiene mucho fútbol. La portería está muy bien cubierta, tenemos grandes profesionales", destacó ayer el presidente, Ángel Haro, que también proclamó ese valor que aporta al vestuario: "Son buenos tipos, con una trayectoria, con liderazgo y ese querer ganar. Hay un grupo humano que hace que se pueda trabajar muy bien, eso da sus frutos junto a un gran entrenador".
Bravo acumula 39 partidos con la camiseta verdiblanca desde su llegada y siempre ha contado con la plena confianza de Pellegrini. Ni siquiera el fichaje de Rui Silva le ha quitado protagonismo al chileno, por más que el técnico sí haya realizado una política de rotaciones en la portería.
El único lunar de Bravo en estas dos temporadas han sido los problemas físicos que ha sufrido en distintos momentos. Hasta cuatro lesiones diferentes acumuló en sus primeros cinco meses, lo que lo obligó a cambiar sus rutinas en los entrenamientos para preservar el físico.
Con todo, en el Betis se valora más todo lo que aporta tanto en la portería como en el vestuario, de ahí que el club diera luz verde a la petición de Pellegrini de apostar por la continuidad del chileno, que cumplirá así su tercera temporada como verdiblanco y su undécima en la máxima categoría del fútbol español, después de haber jugado siete años en la Real Sociedad –dos de ellos en Segunda–, y tres con el Barcelona. Del club azulgrana salió para el Manchester City, en el que militó cuatro campañas y desde donde llegaría al Betis como agente libre.
El ciclo de renovaciones del Betis comenzó con Sergio Canales y Manuel Pellegrini, dos piezas esenciales del proyecto. Esa continuidad también llevó a la continuidad de Nabil Fekir, Álex Moreno y Andrés Guardado, jugadores principales en los planes del entrenador, o de jóvenes como Rodri, Édgar o Raúl, que representan el futuro de la entidad heliopolitana.
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