Betis-Dinamo de Zagreb | La crónica

El Betis no se parece al Betis en la Conference League (0-1)

  • Los verdiblancos pagan la frialdad tanto de sus futbolistas como de sus aficionados y encajan una inesperada derrota contra el Dinamo de Zagreb a través de un penalti transformado por Petkovic

  • El equipo de Pellegrini tuvo las principales oportunidades en el tramo final, sobre todo en una falta lanzada por Willian José al poste

  • Así le hemos contado el Betis-Dinamo de Zagreb

Pezzella salta por encima de Perkovic en una acción en el campo croata.

Pezzella salta por encima de Perkovic en una acción en el campo croata. / Juan Carlos Muñoz

Paso atrás del Betis en su estreno en la Conference League. Los béticos no se tomaron con la intensidad que requería el debut contra el Dinamo de Zagreb y tendrán que viajar dentro de una semana a Croacia con la obligación de remontar el gol de penalti de Bruno Petkovic. ¿Imposible? En absoluto, la diferencia de calidad entre uno y otro equipo es evidente, pero, ojo, con el escudo no se ganan jamás los partidos y Manuel Pellegrini se encargará, seguro, de recordárselo a los suyos.

No fue ni medio normal la metamorfosis del Betis respecto a su última comparecencia en LaLiga contra el Cádiz. Los verdiblancos parecía que habían alcanzado una velocidad de crucero bastante prometedora, pero esta vez no tuvieron absolutamente nada que ver con eso, ni se acercaron siquiera a ese rendimiento. Su fútbol fue siempre excesivamente frío, previsible, incluso lento a la hora de tratar de moverse en el campo contrario y eso devino en la decepción en el resultado.

Sólo en el tramo final pisó algo más el acelerador el Betis, sobre todo cuando sintió el castigo del tanto materializado por el Dinamo en una jugada en la que Chadi Riad cometió un error de principiante. Es verdad que tuvo mala suerte con que el balón se fuera hacia su puño, pero había levantado el brazo de una manera peligrosa y en el fútbol de la contemporaneidad eso se castiga con penalti. Además, con el VAR era complicado evitarlo, lo que colocó por delante a los croatas en un litigio que, hasta entonces, parecía abocado al cero a cero final.

Fría puesta en escena

Poco iba a acontecer durante un primer acto en el que se producía una extraña concatenación de circunstancias. No se sabía bien si la frialdad manaba de la grada o del juego del equipo de Pellegrini. Lo cierto es que ninguna de las dos partes estaba metida en el juego, en ir de verdad por el triunfo en este estreno en la Conference League. Los futbolistas no eran capaces de hallar esa chispa para hacerle daño al rival y tampoco los 25.000 seguidores que se dieron cita en el Benito Villamarín eran capaces de ayudarlos a cambiar de marcha, a jugar con más fogosidad.

El Betis se lo ponía muy fácil a un Dinamo de Zagreb en el que eran muy perceptibles las diferencias entre sus futbolistas más válidos y los que no tenían el nivel suficiente para destacar en una Liga como la española. Baturina era quien dirigía las operaciones, lo apoyaba Misic algo más atrás en el centro del campo y también el veterano lateral macedonio Ristovski mostraba buenas maneras. Entre los tres, con el apoyo en la pelea de Petkovic, se bastaban para mantener a raya a los locales.

Y no es que el eterno campeón croata demostrara un nivel excelso, ni muchísimo menos, se veía a mil leguas que está en una fase de reconstrucción a la que aún le queda mucho trecho por delante. Pero eso debe preocupar en los diarios de Zagreb, aquí lo que sí llamaba la atención era la diferencia entre el Betis que afrontaba esta competición europea con el que tan buena imagen dejara el pasado viernes en el Nuevo Mirandilla de Cádiz.

Pellegrini, en su afán por darle minutos a todos, había refrescado la alineación con la presencia de Aitor Ruibal, Chadi Riad, William Carvalho y Rodri. Un total de cuatro piezas nuevas para constatar que entre unas cosas y otras tenía pocas posibilidades para recomponer más profundamente el puzle. Eso sí, al jugarse de viernes a jueves el cansancio no debía notarse en exceso, era más cuestión de actitud.

Porque el Betis no fue capaz de enchufarse a la tarea que le exigía esta cita contra el Dinamo de Zagreb en ningún momento del primer periodo. Sólo en el minuto 5 tuvo una llegada más o menos diáfana por parte de Fekir, que fue capaz de conectar un disparo rápido para que Nevistic estuviera rápido al rechazar la pelota. Después todo se redujo a un cabezazo en un córner en el que se estorbaron William Carvalho y Pezzella (26') y también a un remate del central argentino con el pecho en una acción en la que incluso pudo hacerse daño (35').

Poco bagaje para colocar en el haber del Betis en un choque que exigía, al menos, un cambio de marcha más. El problema es que William Carvalho no está en estos momentos ni para sumar en el ataque ni tampoco para restar a la hora de acompañar en la presión en el centro del campo. Esto dejaba muy huérfanos tanto a Johnny como a Fekir en sus diferentes quehaceres y el Dinamo de Zagreb se beneficiaba de ello. 

Tampoco es que los croatas se acercaran a darle un susto de verdad a Rui Silva, pero sí era evidente que los visitantes estaban demasiado cómodos sobre el campo, que no tenían ningún motivo para la preocupación. Pero todavía restaba un tiempo por delante y había que ver si los verdiblancos eran capaces de meterle una velocidad más a su fútbol.

Sin chispa

Pero tampoco el Betis fue capaz de meterle ese ritmo que exigía el partido. Al cuadro local le falta siempre algo para ser reconocible en su fútbol, tampoco reaccionó en exceso cuando Pellegrini metió a tres cambios de golpe para introducir a sus tres futbolistas de campo de la primera plantilla que tenía en el banquillo. Assane Diao sí fue algo más intenso, pero ni Marc Roca ni Bellerín tuvieron mucha participación en el juego.

El cuadro bético no llegaba a demarrar y ahí se producía el accidente de la mano de Chadi Riad, tan clara como involuntaria. El árbitro consultó al monitor previo consejo del VAR y dirigió su mano al punto de los once metros. El resultado se convertía aún en más inquietante, pero sí quedaba el demarraje final para tratar de recuperar, al menos, la paridad en el electrónico.

Entonces sí buscó el Betis el empate de verdad y tuvo cuatro opciones claras para lograrlo. Sobre todo en una falta directa lanzada por Willian José que se estrelló con violencia en el poste (88'). Antes, Assane Diao había perdido la oportunidad de disparar con todo a favor y prefirió un nuevo pase (78'). También Chadi Riad gozó de un cabezazo para redimirse de su error en el penalti (83') y, por último, Johnny desperdició un remate franco (95') que repelió Nevistic.

El Betis no había tenido el mejor debut en la Conference League, pero restan más de noventa minutos en Zagreb. Es complicado, pero, futbolista por futbolista, los verdiblancos tienen más calidad que los que defienden al Dinamo de Zagreb y todo puede pasar todavía.

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