Manchester United-Betis | La crónica

El Betis se va del teatro a mitad de la función (4-1)

Bruno Fernandes cabecea en un saque de esquina para hacer el 3-1.

Bruno Fernandes cabecea en un saque de esquina para hacer el 3-1. / Adam Vaughan (Efe)

De una primera parte de valentía del equipo y orgullo de los casi cuatro mil bético que no pararon de animar, a una segunda de incomparecencia en la hierba y perplejidad en el sector del graderío colorido en verde y blanco. El Betis saltó al prado inglés con la intención de traerse muy viva la eliminatoria ante el Manchester United para resolverla el próximo jueves en el Benito Villamarín, y si el cruce no está resuelto con el 4-1 a favor de los Diablos Rojos, es porque el vigente campeón de Copa se ha forjado un sólido crédito con su fantástico desempeño futbolístico en estas tres últimas temporadas.

Remontarle tres goles al United suena a empresa hercúlea, sí, pero a buen seguro que a eso de las 18:45 del próximo jueves, el Villamarín va a volver a prender su mayúscula hoguera verde para intentar carbonizar en ella a esa panda de diablos que laminó a su equipo en una extrañísima segunda parte. En estos campos, hay que mantener la competitividad plena los noventaitantos minutos, porque de lo contrario, sales de la función y ya no vuelves. Y en el Teatro de los Sueños, los béticos se marcharon a mitad de la función.

Hablando en plata: faltó nivel en algunos puestos. Abner Vinícius jamás se pudo subir al tren del partido y si Antony no se llevó el balón a su casa, fue por su falta de finura en varias ocasiones clarísimas. También Luiz Henrique estuvo superado por la magnitud de la ocasión y sus pérdidas salieron caras en el arranque de la segunda parte, donde el United ya metió la directa con el golazo de Antony en una preciosa parábola a la escuadra (52’) y el de Bruno Fernandes en un testarazo a la salida de un córner desde la izquierda en el que le faltaron reflejos a Bravo para sacarse la pelota de encima (58’).

Con el Betis ya desarbolado y hundido en el plano físico ante un equipo con mucho más fondo y resistencia, Antony optó por elevar la pelota ante Bravo cuando Weghorst estaba solo a su izquierda para empujarla (63’), Weghorst malogró dos llegadas más, y a la tercera, el delantero marcó a placer después de que Bravo repeliera un tiro cercano de McTominay (82’).

Antony dispara en el segundo tanto inglés. Antony dispara en el segundo tanto inglés.

Antony dispara en el segundo tanto inglés. / EFE

Extrañó que Pellegrini no tirara de Rodri ni de Miranda. Y Sergio Canales salió con todo cuesta arriba y estuvo desconocido. Manuel Pellegrini dispuso una línea de mediapuntas con Luiz Henrique por la derecha, Joaquín con plena libertad y Juanmi, como siempre, partiendo desde la izquierda para mirar siempre al área contraria. Ocurre que la pieza más adelantada, esta vez Ayoze, es un jugador de la misma estirpe que Juanmi. Un delantero rápido, intuitivo, intenso. Y con una indisimulada vocación por intercambiar su posición con algún compañero.

Como la valentía es innegociable en este equipo que ha ahormado Pellegrini, ese frente de ataque pisó el mediocampo del Manchester United con asiduidad en la primera parte. Y con peligro.

Curiosamente, su primera andanada derivó en gol de los ingleses. A los cinco minutos, Claudio Bravo sacó en largo a la esquina izquierda del ataque verdiblanco, Juanmi la peleó con el lateral derecho de los anfitriones, Dalot, y todo acabó con el balón suelto en el área de De Gea y no pocos jugadores béticos prestos a aprovecharlo. No fue así, y en la contra de Bruno Fernandes, Rashford aprovechó un despeje muy corto de Luiz Felipe para chutar fuerte al recho de la red de Claudio Bravo (6’).

Esa primera acometida de los diablos rojos sacudió mentalmente al Betis, que quedó un tanto aturdido. A los 17 minutos , Pezzella resultó provindencial al alargar la pierna y desviar un remate muy cercano del alto y tosco Weghorst. Un minuto después, Guido falla en una cesión atrás y Bravo debe salir como puede para tirarse al suelo y tapar, con éxito, el tiro de Rushford.

Ocurre en esa fase que los medios de rojo, Casemiro más atrás y tanto Fred como Bruno Fernandes más arriba, aprovechan la movilidad de Rashford y Antony, que no paran de desestabilizar con sus permutas y su electricidad. En una contra, al filo de la media hora, Antony, que también prueba suerte por el costado izquierdo, lanza a Rashford y éste elige más la colocación que la potencia para que Bravo responda.

Ayoze dispara en el tanto de la igualada bética. Ayoze dispara en el tanto de la igualada bética.

Ayoze dispara en el tanto de la igualada bética. / EFE

Y no es que el Betis se dejara arrastrar por la excepcionalidad de todo: del rival, del escenario, del momento. Al contrario. El Betis no se descompuso y siguió a pies juntillas con el plan del Ingeniero. Sabía que estaba en el camino adecuado. Y Ayoze lo confirmó. Juanmi controló un balón cruzado, se desplazó por el balcón del área y abrió a la derecha al canario, que remató con enorme calidad: los tres dedos de fuera de su pie derecho para que el efecto alojara la pelota pegada a la cepa del poste derecho de De Gea (32’). Ahí quedó aturdido el United y el Betis se coló con descaro. De Gea regaló varios balones, sobre todo uno en el que Juanmi cedió de nuevo a Ayoze, cuyo balón rebotado fue a estrellarse mansamente en el poste (44’).

En el descanso, los casi cuatro mil béticos se relamían con lo que la segunda parte prometía. Aguardaban con ansiedad la segunda parte de la función. Pero no sabían que el Betis no volvería a salir al escenario.

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