Aris Limassol-Betis | La previa

El Betis, a vencer al Aris Limassol y a su propia duda

William Carvalho, con la bufanda del doble enfrentamiento entre el Betis y el Aris.

William Carvalho, con la bufanda del doble enfrentamiento entre el Betis y el Aris. / José Ángel García

En Europa, sea el torneo que sea, ganar a domicilio nunca es fácil por mucha diferencia de potencial que haya a favor del visitante. Estadios extraños, climas a los que adaptarse a marchas forzadas, rivales desconocidos y arbitrajes caseros conforman a menudo un cóctel de complicada digestión. Encima, el actual Betis de Manuel Pellegrini ha perdido esta temporada su proverbial fiabilidad ante equipos inferiores, a los que antes solía ganar incluso lejos del Benito Villamarín. La memoria no tiene que irse muy atrás: Granada, Vitoria, Getafe.

Por ello, se enfoca con justificado recelo desde la óptica bética la visita esta tarde al Aris Limassol, que de repente, con su victoria ante el Rangers de la segunda jornada en este Grupo C de la Europa League, se ha despojado de esos ropajes de cenicienta que le atribuyeron en el sorteo de esta fase de grupos y reclama su candidatura a la clasificación.

Los chipriotas, que en España estarían luchando por ascender a Primera, más o menos, van a salir, pues, enardecidos por la campanada que dieron ante los escoceses, que igualó al máximo el grupo: el Rangers ganó al Betis, el Sparta al Aris, el Betis al Sparta y el Aris al Rangers. Total, todos con tres puntos, una victoria y una derrota.

Por ello, los verdiblancos tienen la oportunidad de corregir el resbalón de Glasgow. Una victoria hoy en el moderno Alphamega Stadium, un recinto para 11.000 espectadores que en noviembre cumple un año, le asegura acabar la tercera jornada entre los dos primeros, objetivo menor allá por diciembre, y dependiendo de lo que ocurra en el Sparta Praga-Rangers, lo mismo retorna el Betis encabezando la tabla, objetivo mayor cuando se consuman las seis jornadas, ya que ahorraría una ronda en febrero, como ya se forjaron los béticos la pasada temporada.

El domingo próximo, hollará el prado heliopolitano un Osasuna fresquito, que lleva toda la semana preparando su partido ante el Betis. Y los pamploneses, que ya fueron la campaña pasada los verdugos de los entonces campeones de Copa en el Villamarín, se están mostrando más fiables en esta Liga a domicilio. No obstante, lo primero es lo primero y el Betis está obligado a ganar hoy si no quiere comprometer su objetivo de acabar primero de grupo.

Los remiendos en la defensa se han hecho rutina en el nido bético. Sabaly, que ya se entrena para alivio del aficionado, no está inscrito en la Europa League, como tampoco Chadi Riad, Altimira ni Juan Cruz, lo que reduce las opciones de Pellegrini.

Así, no sería extraño que Aitor Ruibal diera descanso a Bellerín en el lateral derecho y que Marc Roca vuelva a actuar en el eje de la zaga, como ya hizo ante el Sparta Praga. Abner puede volver a entrar por Miranda en ese dubitativo costado izquierdo y, con Guido presto a reaparecer tras cumplir su sanción liguera en Getafe, es partido más proclive para William Carvalho que para el perfil más defensivo de Guardado.

Arriba Ayoze Pérez, uno de los predilectos de Pellegrini, se postula como titular después de perderse el partido del sábado en el Coliseum por unas molestias físicas. El canario, que ve el fútbol mejor y hace más cosas positivas desde la banda izquierda, retornaría a su querencia para asociarse con Isco y Luiz Henrique en los tres cuartos de campo y que Willian José recupere arriba esa racha goleadora con la que se desperezó en agosto.

El Aris, segundo en su liga a un punto de su eterno rival, el Apollon, se va a dejar el corazón para repetir la pequeña gesta que logró ante el Rangers. Está en el Betis mejorar su dominio de las dos áreas para impedírselo. Ganar a los chipriotas sería ganar a la duda y despejar el futuro europeo.

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