Real Betis - Real Madrid

Isco se queda a un paso de la gloria en el Betis-Real Madrid (1-1)

  • El Betis agarra un punto ante el coloso Real Madrid gracias a un golazo de Aitor Ruibal desde fuera del área

  • El malagueño tuvo la gran ocasión para el triunfo final con un cabezazo picado que se estrelló en el poste en el minuto 90

  • Así le hemos contado el Betis-Real Madrid

Isco se despide con un abrazo y una gran sonrisa de Ancelotti tras el partido.

Isco se despide con un abrazo y una gran sonrisa de Ancelotti tras el partido. / Antonio Pizarro

Isco rozó la gloria en su reencuentro como estrella indiscutible del Real Betis Balompié con el Real Madrid, del que salió por la puerta de atrás hace dos temporadas. El malagueño tuvo la opción de ocupar de nuevo las portadas del As y del Marca en un cabezazo picado en el minuto 90 del juego, pero su testarazo picado, que lo hubieran firmado los mejores cabeceadores del fútbol español, se fue hacia el poste con todos los futbolistas rivales, incluido el guardameta Lunin, mirando.

Pareció que había un ayudante de Carlo Ancelotti gritando “kiricocho” para que la pelota se fuera desviando con la dirección hacia el palo y no se dirigiera, como tenía que ser, hacia el fondo de la portería. Pero este juego es así de caprichoso en ocasiones y esta vez se inclinó por negarle todo el protagonismo a quien se había merecido hacerse de lleno con ese honor con su espíritu estajanovista, con su manera de correr sin cesar, para tratar de hostigar a un equipo de antiguos compañeros y verdaderas estrellas del fútbol.

Porque el Real Madrid, a pesar de las ausencias que acumula en su plantilla, había demostrado sobre el césped que tiene algunos futbolistas que son demasiado desequilibrantes y que son capaces de derribar a cualquier rival que esté enfrente. La referencia en este caso tiene que ver con Rodrygo y con Bellingham, que le hicieron muchísimo daño al Betis en todo momento, sobre todo el brasileño con sus jugadas por la banda izquierda, donde no pudo ser detenido ni por Aitor Ruibal ni por Pezzella cuando éste acudió a las ayudas a su lateral.

Afortunadamente para el Betis, eso no se tradujo en goles, salvo en una combinación en la que, paradójicamente, no intervino Rodrygo y en la que sí hicieron todo el daño Brahim, con su pase, y Bellingham, con su control con el pecho y definición posterior. Pero este equipo de Manuel Pellegrini no se rinde jamás y fue capaz de igualar con un verdadero golazo de Aitor Ruibal e incluso acarició en esa opción de Isco una remontada que hubiera sido tan espectacular como meritoria.

Ruibal le pega con su pierna derecha para firmar el golazo del uno a uno bético. Ruibal le pega con su pierna derecha para firmar el golazo del uno a uno bético.

Ruibal le pega con su pierna derecha para firmar el golazo del uno a uno bético. / Antonio Pizarro

Porque el Betis también puede alardear de sus excelencias. Si el Real Madrid tenía ausencias, los verdiblancos también echaban de menos a un futbolista tan trascendental en su once como el argentino Guido Rodríguez, la piedra angular de todo el entramado defensivo. El medio centro estaba en la cama de un hospital transmitiéndole ánimos a sus compañeros a través de las redes sociales y Pellegrini eligió la opción del joven Altimira, casi inédito hasta el momento, como su sustituto para ejercer de pareja de Marc Roca.

Sin Guido Rodríguez

La orfandad de Guido Rodríguez se notó, vaya si se notó, pues Altimira aún está muy lejos del nivel del campeón del mundo en lo referente a los conceptos defensivos, pero el Betis no es éste, ni aquél, es un conjunto y como tal sale siempre a flote en el estadio Benito Villamarín, donde recibe todos los partidos el apoyo de más de 50.000 gargantas que ayudan a que todas las dificultades puedan ser superadas.

Con una defensa integrada por Aitor Ruibal, Pezzella, Chadi Riad y Abner, además de Altimira y Marc Roca, Pellegrini escoraba esta vez hacia la derecha a Ayoze para que Abde partiera de la izquierda e Isco siguiera haciendo de verso libre, como siempre, para aparecer por donde él estimara conveniente y Willian José fuera el ariete al que debían conducir todos los ataques.

Empezó trepidante el juego con una primera opción de disparo claro de Marc Roca a los 43 segundos y tuvo continuidad en el ir y venir de unos y otros. Modric avisaba con un cabezazo franco llegando desde atrás (6’), después los visitantes protestaban una acción de Ruibal con Rodrygo que no quedaba nada clara (9’) y la primera decena de minutos se cerraba con un mal disparo de Isco en una buena posición (10’).

Bellingham define con mucha calidad para superar la salida de Rui Silva. Bellingham define con mucha calidad para superar la salida de Rui Silva.

Bellingham define con mucha calidad para superar la salida de Rui Silva. / Antonio Pizarro

Allí no paraba nadie, aunque es cierto que el Betis no tenía tanto control como cuando tiene a Guido Rodríguez en el campo. Sobre la media hora llegó la primera clara para los verdiblancos en una doble opción de Ayoze y Willian José, con una excelente parada de Lunin al canario (31’). Fue una fase en la que los béticos lograron acercarse a la portería rival, pues Willian José tuvo un disparo cruzado tras un robo (33’).

El partido llegaba el intermedio equilibrado, sin ningún dueño claro, aunque el Real Madrid amenazó con hacerse con el mando con el gol de Bellingham después de otra ocasión en la que Isco llegó con la puntera y salvó Lunin por poco (51’). Apenas dos minutos después se adelantaban los visitantes y fueron malos momentos para un Betis que no era capaz de defender las llegadas de Rodrygo, sobre todo.

Un golazo espectacular

Pero este Betis es capaz de arremangarse y en esos momentos supo sufrir para después disfrutar con un espectacular golazo de Aitor Ruibal. El lateral derecho cortó un mal pase de Bellingham a su costado y se fue con decisión al ataque. Recibió al final el pase atrás de Willian José y vio que no tenía nadie alrededor que pudiera impedir su espectacular disparo. El catalán le pegó con la derecha con una virulencia absoluta y también con precisión gracias a la caída final del balón en una especie de folha seca. Lunin se vio totalmente superado y el Benito Villamarín estalló de forma colectiva.

No era para menos, el Betis había empatado y lo hacía, además, con una gol espectacular, con uno de esos tantos que salen en los resúmenes navideños del fútbol mundial. El cuadro de Pellegrini, ya con Dani Ceballos en el campo en el rival, fue mejor a partir de ese instante, pero la realidad es que los dos equipos tuvieron ocasiones, a medias, para haber ganado con posterioridad. Pero el balón no quiso entrar ni para unos ni para otros.

También le negó ese papel estelar a Isco en la acción más clara para que uno de los dos equipos hubiera acabado como ganador. Pero el cabezazo picado, de espectacular ejecución por parte del malagueño, se estrelló en el poste. Hubiera sido un nirvana espectacular para todos los béticos y con los focos centrados en su nuevo dios, Isco, y encima contra el Real Madrid, pero el esfuerzo de todo el equipo merece un aplauso encendido también con el empate.

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