La primera vez en la historia que el Sevilla y el Betis están en segundo y tercer lugar de la clasificación tras la primera vuelta de la Liga tenía que tener un premio y éste ha sido el primer derbi a partido único en la historia de la Copa del Rey. Un premio que para ambos equipos puede ser leído también como un emponzoñado regalo, como un reguero de carbón que se han dejado atrás los pajes de sus majestades los Reyes Magos de Oriente.

Bombazo en la Copa, derbi sevillano, pasión y tensión de rivalidad extrema... todo concentrado en noventa y pico de minutos, o 120 si hay prórroga, más los posibles penaltis. Es una moneda única, a cara o cruz, con premio gordo: el que gane estará entre los ocho privilegiados de los que saldrá el equipo campeón de la presente edición de la Copa del Rey.

Una final anticipada, podría ser otra de las lecturas de este sorteo cuyo emparejamiento más atractivo es el derbi sevillano, de ahí que lo haya elegido Mediaset para darlo en abierto. Y eso que en la cartelería de estos octavos de final de la Copa del Rey hay nada menos que un Real Sociedad-Atlético de Madrid y un Athletic Club-Barcelona... Pero un derbi es un derbi y además a partido único, por primera vez en la historia de la competición y de los duelos sevillanos y con los dos equipos en lo alto de la Liga.

Se jugará en el Benito Villamarín el próximo sábado 15 de enero, a las 21:30 y en abierto. Sevilla abrirá de nuevo las puertas de su emoción cainita al mundo del fútbol, de par en par. Al jugar el Betis el martes 18 su partido de Liga ante el Alavés, no había otro remedio que ubicar el derbi en el sábado, en un fin de semana que la Federación le arrebató a la Liga para reservarlo a este tránsito de los octavos de final de la Copa. Una instancia que aún fue dirigida en su sorteo.

Pero la suerte quiso que los tres equipos de categorías inferiores que quedaban en el bombo, Atlético Baleares, Girona y Sporting, fueran distribuyéndose con Valencia, Rayo y Cádiz. Luego salieron las bolas de dos duelos más, ya entre clubes de Primera: Elche-Real Madrid, Real Sociedad-Atlético de Madrid... Y la bola del Betis. Fue Julen Guerrero al que le tocó sacar la bola del Sevilla, en duodécimo lugar, y unirla la del Betis, que había salido en undécima posición. Una diablura de Peter Pan...

El momento del fútbol sevillano es extraordinario y ahora ambos equipos tendrán sobre sí el foco del mundo futbolístico por este duelo que llega después de que el primer derbi de la temporada cayera del lado sevillista y sirviera para la reacción bética. Fue un derbi extraño por lo poco encarnizado que se mostró para las expectativas que habían sido depositadas en el mismo. A ver qué ocurre ahora en el de la Copa, que llega como una opción de revancha para el Betis y una oportunidad de reafirmación de la hegemonía para el Sevilla.

El equipo de Julen Lopetegui es una roca actualmente, pese a la cantidad de problemas que está teniendo que afrontar en forma de bajas continuas, a lo que se ha unido en este principio de año el cúmulo de positivos en Covid. Con apenas 13 goles en contra en 19 partidos, es junto con el Manchester City de Pep Guardiola el equipo que menos encaja de las grandes ligas europeas y que, pese a no poder contar con jugadores clave, –Bono, Jesús Navas, En-Nesyri, Suso, Lamela, Munir...–, ha recuperado la mejor versión de Acuña, Rakitic y Ocampos y mantiene el núcleo duro que forman Koundé, Diego Carlos y Fernando, ahora principal duda para el derbi.

Enfrente estará el Betis de Manuel Pellegrini, el segundo máximo realizador del torneo liguero con 32 goles a favor, con Juanmi en estado de gracia y futbolistas de incontestable calidad en la faceta ofensiva, desde Canales a Fekir pasando por Willian José o Álex Moreno. Un equipo que, pese a sus problemas defensivos, está gracias a su alegre juego de ataque por delante de Atlético y Barcelona en la Liga, y que sigue sosteniendo la presión... En definitiva: el segundo contra el tercero. Y sin margen de error alguno. No va más.