El defensa bético Aissa Mandi acabó su temporada de la mejor forma posible al coronarse campeón de la Copa de África con Argelia, que derrotó por 0-1 a Senegal en la final que disputaron anoche en El Cairo. Bastó un tempranero gol de Bounedjad, a los dos minutos de juego, tras un afortunado rebote en un defensor senegalés.

El zaguero verdiblanco se tomará ahora sus vacaciones. Tras 29 años de decepciones, los argelinos sumaron a sus vitrinas su segundo título continental y reclamaron así el brillo que ostentan algunos de sus jugadores en el planeta fútbol, pero que no se reflejaba en la selección hasta ayer. Ryad Mahrez, estrella del Leiscester que maravilló al mundo, mejor jugador de la Premier aquel año y ahora pieza de lujo en el Manchester City de Pep Guardiola, es su jugador franquicia, el ídolo necesario.

Y junto al bético Mandi, también brilla el trotamundos Yacine Brahimi, ex del Valencia y motor del Oporto, o el emergente Adan Ounas, un habilidoso delantero en el que el Nápoles tiene muchas esperanzas. Un combinado de clase que ya apuntó señales de ctrecimiento en el Mundial de Brasil 2014, cuando logró la pequeña proeza de pasar a octavos y caer con honor en la prórroga frente a Alemania, que sería luego la campeona.