Messi también manda en la resaca (2-3)

Betis - Barcelona

El Betis pierde su primer partido de 2021 ante un Barcelona que cambió su faz tras la entrada del astro argentino

Pellegrini tardó en ejecutar sus cambios y luego Víctor Ruiz fue el protagonista del 2-3 final

Las imágenes del Betis-Barcelona
Messi remata para lograr el 1-1. / Antonio Pizarro
Samuel Silva

07 de febrero 2021 - 23:44

Sevilla/El Betis volvió a caer de pie, esta vez para acumular su primera derrota en 2021, en un partido que se jugó a dos velocidades y en el que volvió a gobernar Leo Messi. La entrada del argentino en el 57’ fue decisiva para que el Barcelona metiera una marcha más al partido y reaccionara ante un Betis que ganaba por 1-0 y que acabaría perdiendo por 2-3, pese a la tardía reacción de Manuel Pellegrini.

La resaca de la Copa del Rey influyó decisivamente en el encuentro. Si ya en las alineaciones obligó a más rotaciones de las acostumbradas en ambos contendientes –Canales y Messi, entre otros, partieron desde el banquillo–, también el ritmo del partido se fue acelerando con el paso de los minutos, como si ambos equipos hubieran querido guardar energías para la recta final. Pero ahí emergió la calidad de la vanguardia azulgrana para doblegar a un Betis que nunca se dio por vencido.

No le bastó al Betis con ejecutar mejor su plan inicial, que le valió para ponerse por delante en el marcador. Con el 1-0 en contra, Koeman fue incluyendo elementos diferenciales en su equipo, desde un magistral Pedri –¡qué futbolista recomendó Pepe Mel!– a Messi pasando por Trincao, pocas veces decisivo pero que supo robarle la cartera a Víctor Ruiz para meter ese golazo con el que finiquitó el partido.

Trincao remata para el 2-3.
Trincao remata para el 2-3. / Antonio Pizarro

El Betis, con una alineación de circunstancias –Paul y Guardado de pareja de medios centro– decidió esperar agazapado a un Barcelona también con problemas en la medular. Ni Riqui Puig ni Pjanic fueron los escuderos necesarios para Busquets, que además vio cómo Araujo se lesionaba nada más empezar y obligó a De Jong a ocupar un sitio en el centro de la defensa.

El Barcelona tocaba y tocaba pero sin profundidad. El Betis aguardaba para, con Fekir como lanzador, buscar ese contragolpe que superara a la defensa azulgrana, ese punto débil de los de Koeman. Tampoco los verdiblancos estuvieron todo lo fluidos que se necesitaba, pero en uno de sus escarceos, Fekir abrió al costado derecho para la incorporación de Emerson, que cambió el ritmo para irse de Jordi Alba y poner el balón en el corazón del área, donde Borja Iglesias le había ganado la posición a Busquets para rematar con el interior y poner a los verdiblancos en ventaja.

Las imágenes del Betis-Barcelona
Las imágenes del Betis-Barcelona / Antonio Pizarro

Los azulgrana apenas habían tenido una ocasión de gol, en un remate de Lenglet tras un centro de Jordi Alba. Demasiado poco para un equipo que se marchó al descanso sin haber realizado una sola falta, un dato que mostraba su desidia sin la pelota.

Pellegrini, con ese 1-0 a favor, se mostraba satisfecho y no movió el once. Y lo lamentaría el chileno, que desperdició el arranque del segundo tiempo ante un Barcelona timorato, que sólo estaba a expensas de las genialidades de Dembele, como la que permitió a Mingueza enganchar un buen disparo en el 48’ al que respondió Joel Robles. En esos minutos que eran una prolongación de lo sucedido en el primer acto, también Juanmi pudo colocar el 2-0, tras un gran pase de Fekir, pero su remate forzado fue despejado por Ter Stegen.

El escenario cambiaría en el 57’, cuando Koeman llamó a filas a Messi. La presencia del argentino insufló un aire distinto a los azulgrana. Apenas dos minutos después, Dembele cedía a Messi, quien ante la pasividad de los defensores béticos, ejecutaba a Joel Robles con un zurdazo raso desde la frontal.

El fogonazo visitante continuaría en diez minutos más de acoso absoluto. Con el 10 como faro, Griezmann y Jordi Alba se sumaron a Dembele en las acciones ofensivas y el Barcelona rozó el segundo tanto, sobre todo en un remate del francés que Mandi desvió a saque de esquina, hasta que el 1-2 fue una realidad. La enésima combinación entre Messi y Jordi Alba, indefendible por más que sea archiconocida por sus rivales, acabó en un centro del lateral que Griezmann remató mal pero que Víctor Ruiz acabó empujando hacia su portería, en lo que sería el inicio de su protagonismo absoluto del partido.

Y es que cuando el Barcelona parecía tener el partido en su mano, el Betis reaccionó. La apuesta hiperofensiva de Koeman tenía su debilidad si perdía el control del balón y eso lo leyó a la perfección Fekir. El francés le sacó una falta a Busquets en el costado izquierdo del ataque con una gran maniobra; su posterior lanzamiento fue un caramelo para Víctor Ruiz, que se imponía a Busquets en el duelo aéreo para poner el 2-2 y redimirse de manera momentánea del 1-2.

El balón rebota en Víctor Ruiz para el 1-2.
El balón rebota en Víctor Ruiz para el 1-2. / Antonio Pizarro

Con la igualada en el marcador, Pellegrini sí gastó ya todas sus balas y dio entrada a Tello, Canales y Loren, en busca de ese tercer gol que le diera la victoria. Pero el que lo hallaría sería el Barcelona. Y de nuevo con Víctor Ruiz como protagonista. El central se quedó dormido ante un balón en la frontal de su área, Trincao le robó la cartera y enganchó un enorme disparo que, tras rozar levemente en Mandi, se envenenó hacia la portería de Joel Robles.

Ahí sí se acabó ya el segundo de los partidos, ése en el que Messi había gobernado una vez más para llevarse los tres puntos de Heliópolis y dejar al Betis con su primera derrota de 2021. Los heliopolitanos habían tenido un buen plan inicial ante un Barcelona sin mordiente, pero Pellegrini tardó en darse cuenta de que para ganar a este conjunto azulgrana hoy en día hacía falta herirlo de muerte antes de que reaccionase. No es sencillo, y también las energías escaseaban en jugadores principales, pero el Betis acabó dándole vida al peor enemigo posible. La resaca copera dejó un partido de ruleta rusa en el Benito Villamarín y en ese escenario Messi y su banda siempre tienen una bala más en la recámara.

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