Este Betis se está tomando la Copa de forma seria. Ha entendido que el camino del torneo copero es una buena oportunidad para pelear por llegar a Europa y de paso darlo todo por conseguir llevar plata a sus vitrinas, lo que se le exige a una entidad como la verdiblanca para que el crecimiento sea real.

Además, la actitud de los heliopolitanos durante todo el partido fue muy buena, con ganas de competir, como vienen demostrando en los últimos encuentros, y ni siquiera cuando el Sporting se quedó con un jugador menos y con el marcador 0-2 dieron síntomas de relajación, sino de querer más, buscando el técnico chileno repartir minutos de cara al apretado calendario que tendrá su equipo en lo queda de enero y febrero.

Y el primero que dejó claras las intenciones de los béticos en esta competición fue Manuel Pellegrini, que no dudó en poner en el campo a Sergio Canales, con la continuidad de un buen Lainez y la entrada en el once de Rodri, que brilló con luz propia. El Sporting de Gijón, por su parte, salió con su dibujo habitual (4-4-2) y una idea de juego clara, presionando la salida de balón de los verdiblancos y con pocos toques llegar a la portería de Joel. Así, tras unos primeros compases de tanteo muy equilibrados fue el cuadro de El Molinón el que generó algo más de peligro real, con un disparo de Milovanov que desvió Joel y cazó Djuka para marcar, pero en fuera de juego. Por la banda de Aitor García empezaba a sufrir algo el equipo de Heliópolis hasta que apenas diez minutos cambió el partido por completo a favor de los verdiblancos.

Primero, con un penalti claro por mano de Víctor Ruiz que De Burgos Bengoetxea no lo decretó al entender que el central bético tenía la mano pegada al cuerpo y poco después (20’) en una clarísima expulsión de Marc Valiente con roja directa tras una entrada a destiempo y con los dos pies por delante sobre Sergio Canales. A partir de ahí, el Betis apretó, se hizo con el control del juego y llegó el claro penalti de Javi Fuego sobre Lainez que transformó el centrocampista cántabro (26’).

El tanto hizo mella en el Sporting, que pasó a jugar con un 4-4-1 frente a un Betis dominador en el que emergió la figura de Rodri, que recién cumplida la primera media hora de partido hizo el 0-2 en una gran acción individual en carrera para recortar a Babin en un gran gesto técnico y batir a Christian Joel con la pierna derecha. Clara superioridad verdiblanca en ese momento ante uno de los gallitos de Segunda División y carrusel de oportunidades para que los de Heliópolis se marcharan al descanso con un marcador mayor.

Así, Lainez, en una galopada de las suyas buscó el disparo desde la frontal del área con la pierna izquierda y el balón se fue alto por muy poco cuando buscaba la escuadra de la portería sportinguista (36’). A continuación, con Rodri a los mandos en la mediapunta, en un Betis en el que Canales dio un paso al frente a partir de la expulsión para jugar en 4-1-4-1, fue Emerson el que aprovechó un gran pase en profundidad del canterano para poner un centro venenoso al corazón del área al que Sanabria no llegó por poco. Buenos minutos de Betis que se mostró muy serio y superior en la primera parte tras aprovechar que su rival se quedó con justicia con un hombre menos.

A la vuelta de la caseta, y con el partido más que controlado, Pellegrini lo vio muy bien y no dudó en darle descanso a Canales y que Guardado saliera para ir teniendo minutos tras su vuelta al equipo y dejar también buenas sensaciones en un segundo acto que comenzó con una acción peligro a de los verdiblancos (50’) en un centro escorado de Emerson que Juanmi remató fuera por poco. Muy buena la actitud en todo momento de los pupilos del técnico chileno, que no dieron muestra de relajación frente a Un Sporting que tuvo su momento para haberse metido en la eliminatoria (58’), pero Joel le ganó al mano a mano a Cumic, dentro del área, con una buena tapada ante el intento de picada en el remate del extremo rojiblanco. Tras ese aviso, el Betis siguió con posesiones largas pero siempre en vertical intentando acercarse con peligro a la portería de Christian Joel y fue Rodri el que tuvo el tercero (67’) dentro del área cuando en vez de rematar ante el meta local decidió pasarle la pelota a Sanabria en un mal centro.

Replicó, entonces, el cuadro de David Gallego (72’) en un balón a la espalda de Víctor Ruiz que obligó de nuevo a Joel a aparecer para evitar cualquier tipo de problemas ante un oponente que recibía el aplauso de los trescientos seguidores locales que hubo en la grada por la voluntad mostrada ante un Betis que siguió controlando el partido y en el que Pellegrini movió el banquillo para dar entrada a jugadores como Tello, Borja Iglesias, Fekir y Fran Delgado. El galo y el punta gallego aportaron poco en los minutos que estuvieron en el campo, siguiendo la misma línea gris mostrada por Juanmi, que tuvo una actuación poco afortunada, como se reflejó en la clara ocasión que desaprovechó (85’) tras un buen centro de Álex Moreno con un remate de cabeza pasado el punto de penalti que se fue fuera con todo a favor para haber marcado.

La sensación en los minutos finales del choque era de llegar el tercero para un Betis que selló su pase a los octavos de final y que camina de forma seria en la Copa.

Real Sporting de Gijón: Christian Joel, Bogdan, Marc Valiente, Babin (Saúl García, 77'), Pablo García, Javi Fuego (Nacho Méndez, 68'), Cristian Salvador, Cumic, Carmona (Borja López, 22'), Aitor García (Manu García, 68') y Djurdjevic (Pablo Pérez, 68').

Real Betis: Joel Robles, Emerson (Fran Delgado, 80'), Sidnei, Víctor Ruíz, Álex Moreno, Paul, Canales (Guardado, 45'), Lainez (Fekir, 72'), Rodri (Tello, 80') Juanmi y Sanabria (Borja Iglesias, 72').

Goles: 0-1 (26') Canales, de penalti. 0-2 (30') Rodri.

Árbitro: De Burgos Bengoetxea. Expulsó con roja directa a Marc Valiente (20') por una entrada a Canales y mostró tarjetas amarillas a Djurdjevic (31'), Borja López (36') y a Rodri (52').

Incidencias: Partido disputado en El Molinón antes 300 espectadores, máximo que permiten las autoridades sanitarias del Principado. En los prolegómenos del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctima del covid-19 y por el chileno Vicente Cantatore, ex entrenador del Sporting y del Betis.