La 'Antonymanía' y Amrabat, el poder de atracción del Betis
El club verdiblanco resulta muy atractivo para los futbolistas al generar el contexto adecuado para poder rendir · ¿Polémica en el fichaje del marroquí? Ninguna, el mercado funciona así y en Heliópolis actuaron de forma correcta
El Betis es hoy día un club muy atractivo para los futbolistas. Un equipo asiduo en Europa, capaz de meter a 65.000 personas en un estadio y con potencial económico para pagar 25 millones de euros por un jugador por el que no hace mucho el Manchester United desembolsó 100. Por ello, el fichaje de Antony es un ejemplo claro de ambición, una apuesta fortísima que pone en valor el trabajo y la coordinación de todos los estamentos de la entidad de Heliópolis, teniendo en cuenta también la gran inversión del Betis, en estos momentos, en la reforma y terminación del Benito Villamarín.
En este sentido, la dirigencia tiene clara la hoja de ruta: plusvalías para seguir creciendo y hacer un equipo más competitivo año tras año, pues con los ingresos ordinarios no es suficiente. Y mientras, en el mercado, la dirección deportiva se mueve con rapidez y viveza gracias a las figuras de Manu Fajardo y Álvaro Ladrón de Guevara –así lo reconocen en privado muchos representantes– para dirigir un grupo de trabajo que está muy atento a las diferentes oportunidades que se pueden presentar. Así ha sido el caso del fichaje de Sofyan Amrabat, cuya llegada fue perfectamente explicada por Manu Fajardo en la presentación de Antony.
El Betis tenía a Guido como opción, pero no le encajaba la operación a nivel económico y como cualquier dirección deportiva manejaba alternativas de forma discreta. Sabían en Heliópolis de los problemas del Fenerbahçe, tras la salida de Mourinho, y conocían la lista de jugadores con opciones de abandonar el club de Estambul. Pasaban las horas, Amrabat no cerraba su fichaje por ningún otro equipo y el Betis, atento, se lanzó a por sus servicios.
En este caso, era el Sevilla el que lo pretendía, pero el club de Nervión fue incapaz de cerrarlo por su actual realidad económica y el jugador acabó recalando en Heliópolis. ¿Polémica? Ninguna. Si hubiera sido al revés, igual, pues el mercado del fútbol funciona así, amén de que el momento futbolístico actual en Sevilla, entre sus dos máximos clubes, es bastante distinto. Lo mismo que pasaba hace una década, pero con el cambio de barrio, porque el fútbol, como la vida misma, va por ciclos. Y dentro del cartel atractivo que tiene el Betis en estos momentos gana una vital importancia un aspecto clave al que se refirió también Manu Fajardo: el contexto. La importancia de generar un ambiente positivo que sirve de atracción al futbolista y el Betis trabaja muy bien ese aspecto, que repercute de forma positiva a la hora del rendimiento del jugador (otra cosa, después, son sus cualidades en el campo). Sirva como gran ejemplo, son nombres propios: Isco y Antony, etapas oscuras y luz en el Heliópolis.
Y ahora, llega el turno para Pellegrini. El fichaje de Antony y el de Amrabat elevan la nota de la planificación. Un once con Bartra, Llorente, Amrabat, Marc Roca, Lo Celso e Isco, cuando vuelva, entre otros, suena bien. Un refuerzo para la delantera y mejorar el lateral izquierdo –en el derecho Ángel Ortiz viene apuntando cada vez más fuerte– es evidente y deberes para enero, pero las dos últimas incorporaciones suben el nivel del equipo, a la espera de que otros refuerzos, como Riquelme, empiecen a dar un paso adelante. Ya se verá en el mercado de invierno, ahora, le toca al Ingeniero y su cuerpo técnico exprimir los mimbres. La palabra Champions no es tabú en La Palmera, la pelota será la que dicte sentencia.
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