La ciudad y los días
Carlos Colón
Montero, Sánchez y el “vecino” Ábalos
Bad Bunny puso este sábado 20 de septiembre el broche de oro a su residencia musical “No me quiero ir de aquí” con un concierto multitudinario en el Coliseo de Puerto Rico. La función número 31 —añadida tras agotar todas las anteriores— convirtió la velada en una auténtica fiesta de pueblo, retransmitida a través de Amazon Music, y seguida por millones de personas en todo el mundo.
El espectáculo incluyó 42 canciones de su repertorio más celebrado, con invitados de la talla de Marc Anthony, y reafirmó el fenómeno global del artista puertorriqueño. Pero, más allá de la música, un detalle inesperado se robó un instante del show y desató la conversación en redes sociales: mientras Bad Bunny interpretaba “NUEVAYoL” y “Tití me preguntó”, las cámaras enfocaron al público de primera fila y dejaron ver a un asistente con la camiseta del Real Betis Balompié, que permaneció en pantalla durante unos segundos.
El gesto no pasó inadvertido. En cuestión de minutos, aficionados y seguidores del reguetón convirtieron el momento en viral, destacando lo insólito de encontrar la camiseta verdiblanca en un concierto en San Juan, a más de 6.000 kilómetros de Sevilla.
La anécdota se suma a un evento que ya forma parte de la historia de Puerto Rico. Según la firma Gaither International, la residencia de Bad Bunny dejó un impacto económico estimado en 713 millones de dólares, casi el doble de lo previsto en análisis previos. Además, atrajo a personalidades internacionales como LeBron James, Kylian Mbappé, Penélope Cruz, Javier Bardem, Lin-Manuel Miranda o Benicio del Toro, entre muchos otros.
Con este capítulo cerrado, Bad Bunny ya piensa en su próxima aventura: la gira mundial “Debí Tirar Más Fotos”, que arrancará en noviembre en República Dominicana y recorrerá Latinoamérica, Europa y Asia, con 12 conciertos programados en España entre mayo y junio de 2026.
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