Despedida del Betis a una notable temporada y también protagonismo principalísimo para Joaquín en su adiós al fútbol profesional. Los hombres de Pellegrini le echan el cierre a un curso en el que siempre estuvieron dentro del objetivo e incluso pensaron en cotas más altas. El portuense tuvo el epílogo que se merecía su carrera e incluso dejó algún detalle de mucha calidad.

Joaquín | Dejó incluso algún detalle de torería entre lágrimas

Joaquín agradece los aplausos del público tras su sustitución.

No era una situación cómoda para jugar un partido de fútbol, para estar concentrado en esa tarea. Joaquín comenzó llorando por la emoción antes de arrancar el encuentro, también en el intermedio y se despidió entre lágrimas y por mucho que eso fuera algo previsible está claro que ésa es una situación complicada para tratar de pelear los balones dentro de un campo de fútbol. Sin embargo, le hizo un regate al joven Javi Guerra en el minuto 44 que fue un verdadero desplante de torería.

Ayoze | La correcta utilización del punterazo, un recurso que apenas se utiliza ahora

Ayoze le ha pegado el balón con su puntera y sigue su camino hacia la red.

Cuando se jugaba al fútbol durante la niñez se decía antes de comenzar algunos partidos la frase de “punterazo no vale”. Sin embargo, en el fútbol de élite es un recurso tan válido como cualquier otro y sirve para dirigir el balón hacia un punto concreto con más fuerza si cabe. El canario le pegó de puntera de forma magnífica.

Miranda | Otro pase extraordinario desde el lateral izquierdo

Miranda se escapa de Thierry.

Igual que sucediera la semana pasada frente al Girona, Miranda volvió a dar un magnífico pase de gol en el tanto que anotó Ayoze. El lateral izquierdo no se lo pensó y le dio una comba a la pelota para que fuera imposible de alcanzar por parte de Thierry y, sin embargo, que se le quedara de cara al canario. Excelente pase, sin duda.

Canales | Parecía ausente en algunas fases del juego

Samu Lino presiona a Canales.

Después de ser convocado por Luis de la Fuente para la selección española se esperaba para ver si eso suponía una inyección de ánimos para elevar su nivel de juego aún más si cabe. Pero tampoco era cuestión de arriesgar las piernas en exceso y también estaba el hecho de jugar contra un ex equipo en peligro.