La pelota de la renovación de Pellegrini cambia de tejado
Pellegrini, que nunca dirigió al Betis con el final de su contrato tan cerca, pidió a los dirigentes celeridad no para seguir o no, sino para conocer su futuro
Tanto Haro como López Catalán han pasado de puntillas sobre el tema esta semana en varias entrevistas asegurando que “cuando llegue el momento nos sentaremos tranquilamente para decidir”
Manuel Pellegrini es el arquitecto de este Betis que ha pasado de mirar abajo en la clasificación a hacerse un nombre en Europa y jugar asiduamente competición europea. De la mano de Ángel Haro y José Manuel López Catalán, que acaban de celebrar una década al frente de la entidad, el crecimiento del club ha sido evidente, especialmente en el último lustre con el Ingeniero a los mandos del aspecto deportivo. Antes la cosa no funcionó o lo hizo a medias. Pasaron por el banquillo, algunos de forma interina, Pepe Mel, Juan Merino, Gustavo Poyet, Víctor Sánchez del Amo, Alexis Trujillo, Quique Setién, con quien se jugó también la Europa League y Joan Francesc Rubi, que dejó al conjunto verdiblanco decimoquinto antes de la llegada del chileno. Ahora, en su sexta campaña al frente del equipo su futuro está más en el aire que nunca, pese al respaldo de los resultados, por las dudas de una directiva que no ha sabido manejar los tiempos para llegar por primera vez al último curso de contrato sin definir su futuro.
Y eso es lo que quiere Manuel Pellegrini. Al entrenador, para lo bueno y lo malo, ya se le conocen todos sus pros y contras: su estilo de juego, sus cambios, su filosofía, la valoración de la experiencia... Y ha funcionado las cinco campañas previas. Y ahora no quiere que la confianza de los dirigentes dependa de lo que haga el equipo esta campaña. Quiere un gesto de confianza. Sin más.
Una confianza que ya demostraron antes. El chileno llegó en julio de 2020 firmando por tres campañas hasta 2023, pero en diciembre de 2021 ya renovó hasta 2025. De nuevo mucho antes de que expirara su vinculación el Betis la amplió anunciando el 5 de julio de 2023 el acuerdo para continuar un año más, hasta 2026. Ahora, entrado ya el curso 2025-26 Pellegrini encara por primera vez en el banquillo el último curso de contrato sin saber que le depara el futuro.
Esta semana tanto el presidente como el vicepresidente han pasado por varios medios y al ser cuestionados por la renovación del entrenador la consigna era la de la tranquilidad: “Le damos bastante normalidad y no vemos preocupación. Vamos a seguir centrados en la temporada y cuando llegue el momento nos sentaremos tranquilamente para decidir. Tiene contrato en vigor y seguro que dará lo máximo por conseguir resultados”.
Y puede que ese mensaje sea lo que no ha gustado al técnico, que lleva rompiendo récords de forma continuada y que sabe medir sus palabras y no dice nada al azar. Quien no entienda que el runrún de la renovación de Pellegrini va a ser una constante hasta que la directiva decida, sobre todo al hablar de uno de los mejores entrenadores de la historia del Betis, no un cualquiera. “Estoy preparado para lo que venga. Lo mejor es que se aclare cuanto antes si sigo o no. Mientras antes mejor. No puedo no estar feliz en un club como el Betis y una ciudad como Sevilla, pero creo que es importante para todos saber qué futuro tendrá el club y yo mismo", indicó el protagonista, que añadió sobre esas conversaciones a la que les emplaza los directivos para más adelante: "No sé cuándo será pronto. No quiero que la renovación sea lo principal en lo que pensar ahora, pero para las dos partes es bueno conocer su futuro. No depende de esperar a ver cómo va la temporada. Hay que tener una conversación para saber cuál es el mejor camino para el club y para mí", dijo el entrenador tras el partido ante el Nottingham Forest, aunque ya en la previa dejó clara su postura: “Ellos son los que tienen que estar convencidos de si quieren seguir conmigo”.
El convencimiento de los que mandan puede ser la clave, porque ya en verano se sentaron para hablar y se levantaron de las sillas sin acuerdo alguno. Y no es el dinero el problema. “El menor problema es el económico. Quiero hablar para saber si ellos están convencidos conmigo. Si no, estaré feliz por estos seis años. No es lo económico lo que nos ha separado de renovar antes", aseguró el técnico, quien pese a su edad tiene claro que seguirá en los banquillos: "Si por algo no temo es por mi futuro. Tengo una carrera larga que quiero continuar, ojalá en el Betis, pero si no será en cualquier otro lugar. Pero no quiero que esto sea una distracción en la temporada”, aseguró.
Y es que no es lo mismo entrar en un vestuario con el respaldo de una renovación por parte de los propietarios que con las dudas. Pellegrini quiere un respaldo y que no se haya producido aún revela una falta de confianza más allá de las palabras y que pueda incluso renovar más adelante. Los tiempos, en cualquier caso, ni las declaraciones públicas están siendo los ajustados al momento por lo que representa Pellegrini, quien ha pasado la pelota de la renovación al tejado de la directiva. Turno para que hablen ahora Haro y Catalán.
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