Los dolorosos varapalos ante Athletic y Eibar obligaban a Manuel Pellegrini a buscar soluciones para el Betis y el técnico, que en semanas atrás se había estrellado ante su tozudez, retocó su planteamiento, retrasó y juntó las líneas para ganar solidez defensiva, lo que además contribuyó a que el equipo fuese ganando confianza para lanzar peligrosos contragolpes que acabaron decidiendo el encuentro.

A ese retoque a la idea se añadió un compromiso colectivo para trabajar sin la pelota, que también partió de la elección de los nombres en el once. Aitor Ruibal y Guardado, que sustituyeron a Joaquín y Tello en las bandas, demostraron más piernas e inteligencia, respectivamente, para ayudar en las tareas defensivas; además, William Carvalho agarró esta vez su titularidad y, aunque alternó aciertos y errores en el pase, sí demostró carácter para implicarse.

Emerson pugna con Rubén García.

Y el desequilibrio final lo generó Fekir, liberado en funciones ofensivas y más activo que en las anteriores jornadas para generar espacios y acciones de peligro en cada intervención.

Defensa

No colocó el Betis esa zaga adelantada, casi suicida, de otros partidos, y también los laterales, de nuevo Emerson y Álex Moreno, pusieron el foco en las tareas defensivas, lo que ayudó a cerrar espacios y no permitir demasiados centros de un Osasuna que sólo tenía esa alternativa ante la falta de fluidez de su fútbol.

Bartra, expeditivo y sin contemplaciones, elevó su nivel junto a un Víctor Ruiz que se sintió cómodo con esos balones frontales que buscaron a los puntas del equipo navarro e impuso casi siempre sus centímetros.También Ruibal ayudó a tapar la banda y Guardado a colaborar con la medular; como Loren y Fekir realizaron un gran esfuerzo en la presión. Una implicación colectiva que permitió volver a dejar la portería a cero.

Ataque

Con las líneas más retrasadas, al Betis le surgió la opción de contragolpear, casi olvidada en su libreta. La primera demostración llegó en el minuto 2, con un desplazamiento de Loren a Fekir que acabó en una gran parada del meta local. Y así llegaría la victoria, ya en la segunda parte, y con los cambios sobre el césped.Primero, en una gran acción entre Aitor Ruibal y Fekir que culminó Borja Iglesias a puerta vacía; luego con Joaquín desbordando por la banda y asistiendo a Miranda, que definió a la perfección.

Fekir deja atrás a Roncaglia.

Quizá antes de los goles le había faltado al Betis mayor tranquilidad en ese último pase, aunque la necesidad de ganar también llevó a malas decisiones.

Virtudes

El compromiso colectivo en las tareas defensivas; y la capacidad para aprovechar los espacios para ganar el partido.

Talón de Aquiles

Faltó calma al inicio para haberse adelantado antes, pero lo que acaba bien...