Manuel Pellegrini tiene clarísimo que lo de Assane Diao no va a ser un apoyo coyuntural, una ayuda desde el filial. El chaval es uno más de la primera plantilla para el entrenador chileno. Y titular. Su trabajo y verticalidad en la banda siempre da soluciones ofensivas y réditos cuando se trata de defender. Y encima, a las primeras de cambio, en ese polémico penalti no concedido al final, demuestra que jugando en punta también hace mucho daño... Chadi Riad es otro joven que poco a poco se está afianzando con su estilo impetuoso.

Miranda | Un solo descuido atrás que costó caro

El lateral de Olivares estaba cuajando su mejor partido defensivo de largo, muy intenso, ganando las disputas y bien colocado, pero en el minuto 85 Rubén García se le coló en un pelotazo muy lejano de Catena y al final el verdiblanco salió en los resúmenes televisivos por su fallo. Las injusticias de este deporte llamado fútbol.

Assane Diao | Tardó muy poco en demostrar que arriba, también

El jovencísimo valor bético es a los ojos de Manuel Pellegrini titular de todas todas, por delante de Luiz Henrique. Su trabajo, su despliegue físico y su visión de juego a pesar de su edad (se comprobó de nuevo en el pase a Willian José dentro del área) en la banda suman mucho. Pero también arriba es un cañón, como se vio a la primera ocasión en el penalti.

Chadi Riad | Budimir no es buen compañero de viaje y lo sujetó

Progresa Chadi Riad en su encaje en el engranaje. Su intensidad y rapidez son un impulso para ese proceso en el que tanto saldría ganando un equipo ayuno de centrales. La confianza que hoy inspira Pezzella también ayuda. No duda y actúa rápido. A veces eso le jugará una mala pasada, pero ante Budimir, en ese cabezazo que paró Bravo, le salió bien.

William Carvalho | Su pausa encauzó el arreón final

Después de empatar Osasuna en el minuto 85 en su única llegada clara, el Betis podía dejarse arrastrar por la ansiedad y la precipitación, pero entró el luso para enseñar el camino con fútbol, con su pausa y su calidad, encausando las jugadas por los cauces adecuados. Y todo desembocó en felicidad con aquel saque de esquina postrero.