Salud y Bienestar

Haz que tus hábitos trabajen para ti

Haz que tus hábitos trabajen para ti

Haz que tus hábitos trabajen para ti

Los hábitos que cultivamos en nuestra vida marcan el rumbo de nuestros resultados personales y profesionales. De esta manera, determinan nuestra salud, bienestar emocional, desarrollo personal, consecución de nuestros sueños y aspiraciones, finanzas y desarrollo profesional.

Contar con unos hábitos en nuestra rutina que determinen nuestro bienestar y crecimiento es de vital importancia. Este compendio de hábitos debe pasar por un recuento de 3 características personales para ver si van a trabajar con sentido a nuestro favor.

1- El propósito

El propósito de vida es la brújula interior que todos necesitamos para avanzar en el camino y progresar hacia nuestros objetivos. El propósito es la esencia y la base de la vida, ¿por qué hacemos las cosas?, ¿Qué sentido le estamos dando a nuestras acciones?

El propósito nos hace tomar decisiones con trascendencia, sin embargo, el 90% de las personas no saben porque se levantan cada mañana, o lo que es lo mismo, no tienen un propósito de vida definido. Cada día, cuando apagan el despertador, no saben el porqué de cada acción que van a realizar en todo el día.

Esto, supone una relevancia significante en sus hábitos y su vida, al no contar con una herramienta interior indispensable que marque su camino, que le dé un sentido a lo que hacen, que le guie en los momentos duros y que les impulse a crecer continuamente.

Esta falta de propósito nos lleva a desgranar las claves de nuestro comportamiento, el cual es un 70% habitual. La mayor parte de nuestro día está integrado por hábitos, acciones que nuestra mente empieza a realizar de manera automatizada debido a una integración a través de la repetición constante de la actividad.

Por ello, hay que evaluar la rutina y ver que hábitos estas realizando y con qué sentido. La intención en lo que haces precede a la concentración. Y la concentración es una línea de diferenciación clave entre hacer las cosas con sentido y valor, y no hacerlas.

2- Define tus objetivos

Los objetivos van totalmente relacionados con los hábitos y es lo que te lleva a tener un plan de acción. ¿Cuáles son tus objetivos?, ¿tus hábitos están alineados con ellos?

Son preguntas fundamentales que van a determinar tus resultados. Aquel que no sabe lo que quiere, ¿Qué resultados va a obtener?, ¿Cómo va a poder autoevaluarse y medir su éxito?

Este plan necesita de una mentalidad a largo plazo. La inmediatez y la satisfacción instantánea tan establecidas en los hábitos de consumos y los patrones de éxito erróneos están confundiendo y mermando la capacidad de persistir en el camino.

Postergar el placer, amar el proceso y focalizar la atención en el progreso diario de estos objetivos nos dan un sentido mayor y unas mayores posibilidades de logro.

3- Autoconocimiento

El autoconocimiento es la última característica que mide la calidad de tus hábitos y su trascendencia en tu vida y en tus resultados.

Conocerte cada día, dedicar tiempo a estar en soledad, cultivar tus valores, regirte por tus principios, saber lo que quieres, reflexionar y escribir sobre los aspectos más importantes de tu vida. Todas estas acciones son señales de un autoconocimiento diario fuerte.

Este autoconocimiento no solo es clave para saber si cuentas con unos hábitos buenos y por tanto que trabajen a tu favor, sino que también propicia la repetición de la acción continua, también conocida como disciplina. La importancia de la disciplina ya la definió Eisenhower “la libertad es la oportunidad para ejercer la autodisciplina”.

Estas tres característica principales van a hacer que tus hábitos estén llenos de sentido convirtiendo tu rutina y tu vida en un camino lleno de trascendencia, salud y progreso diario.

Como apunta el autor Ryan Holiday “el orden es un requisito de la excelencia y en un mundo impredecible los buenos hábitos son un paraíso seguro de certidumbre”.

Juan Sarrió- Cambio personal, hábitos y mentalidad.

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