¿Cómo afecta al cerebro un trastorno de ansiedad?: Un estudio de la Universidad de California tiene la respuesta

Esta investigación ha encontrado una disminución de nutrientes y ha avanzado en el conocimiento de su base neuroquímica

¿Por qué somos tímidos?: Este estudio sobre el cerebro humano tiene la respuesta

Imagen de un cerebro
Imagen de un cerebro / Pexels

El cerebro siempre está en constante estudio y en una investigación reciente se ha descubierto cómo afecta a los trastornos de ansiedad, en concreto, a las personas que la padecen. Esta se ha llevado a cabo en la Universidad de California y ha sido publicada en el Molecular Psychiatry.

Se trata de una revisión que lleva más de 20 años de estudio y era fundamental la presencia de una sustancia clave para el funcionamiento del cerebro. Esta es la colina en la corteza prefrontal. Este análisis revisó los datos de hasta 25 estudios con 370 personas con trastornos de ansiedad y otras 372 totalmente sanas. Esta ha sido liderada por los investigadores Richard J. Maddock y Jason Smucny.

En ella se usó una herramienta que permitió sacar en conclusión los resultados de este análisis. Se llama resonancia magnética y es perfecta para medir las sustancias del cerebro. Como resultados, se mostraron que las personas que tienen dicho trastorno tienen menos colina en la corteza frontal que los individuos que no la tienen. La función de la sustancia es ayudar a manejar las emociones, tomar decisiones y controlar determinadas conductas.

Según los investigadores, esta es la primera vez que se encuentra en un análisis este patrón en el cerebro y que está relacionado con el trastorno de ansiedad. Entre las conclusiones que se sacaron en el análisis, la alimentación y consumir una cantidad suficiente de esta sustancia ayudaría a mejorar el equilibrio del cerebro y el estado de quien tiene un trastorno de ansiedad.

Qué es la colina de la corteza frontal

Se trata de un nutriente esencial en la formación de membranas celulares. Esta participa en las funciones más esenciales como la memoria, el estado de ánimo y el control muscular. El cuerpo humano solo produce una fracción, por lo que la gran mayoría de su obtención se hace a través de la alimentación.

En concreto, solo se produce un 8% de disminución en las personas con trastornos de ansiedad. Sin embargo, según indican los investigadores, esto es muchísimo y puede tener graves consecuencias neurológicas que afectan a la vida diaria. Este descenso de este nutriente se pudo ver tanto en la ansiedad generalizada, el pánico y la fobia social, aunque dentro de ellas no existe mucha diferencia.

Aunque afecta a este nutriente, en esta investigación no se ha podido observar un cambio en otros metabolitos cerebrales ni regiones subcorticales como el hipocampo o ganglios basales.

Los autores del estudio han comentado que la hiperactividad de sistemas neuromoduladores ligados al estrés, podría incrementar la demanda cerebral de la colina. Si esta necesidad no se cubre con la alimentación, se produciría una reducción neta en el cerebro.

En otros estudios anteriores se asoció el bajo nivel de colina en sangre con síntomas de ansiedad. Este nutriente es vital para desarrollar funciones como la metilación o síntesis de neurotransmisores. Así que para las personas que tienen el trastorno de ansiedad, es vital que cuiden más la alimentación. Los alimentos que no deben faltar son los huevos, las carnes, el pescado, la soja y la leche. Además, ciertas grasas omega-3 que están presente en el salmón favorecen su llegada al cerebro.

Estos estudios no están completados y todavía faltan pruebas para recomendar la suplementación de dicho nutriente como puede pasar con otros como el colágeno. También, se ha reconocido que se encontraron limitaciones al estudiar otros metabolitos, la imposibilidad de analizar datos individuales como la edad, los síntomas o las consecuencias que puede tener el nivel bajo de colina con respecto a la ansiedad.

Cuáles son los síntomas de un trastorno de ansiedad

Los síntomas de un trastorno de ansiedad pueden manifestarse tanto a nivel físico como emocional. Entre los más comunes se encuentran la preocupación persistente, el nerviosismo constante y la sensación de peligro inminente sin una causa clara. Físicamente, la persona puede experimentar palpitaciones, sudoración, temblores, tensión muscular y dificultad para respirar. También suelen aparecer problemas de concentración, irritabilidad y alteraciones del sueño, como insomnio o sueño poco reparador. En algunos casos, la ansiedad provoca malestar gastrointestinal, mareos o sensación de desrealización. Estos síntomas pueden interferir significativamente en la vida diaria y requieren atención adecuada para su manejo.

stats