Un enfermero explica cómo curar un piercing: "Jamás se debe usar agua oxigenada o alcohol"
Cómo curar un piercing
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Los piercing son accesorios que pueden elevar cualquier look, pero requieren unos cuidados específicos para no poner en riesgo la salud de las personas que los llevan. Los más comunes son los segundos pendientes y estos se infectan muy rápidamente. Por ello, requieren mucha atención y utilizar los mejores desinfectantes. En un vídeo en las redes sociales, el enfermero Jorge Ángel explica por qué no se debería utilizar ni agua oxigenada ni alcohol: "Retrasa mucho más la cicatrización y menos en el cartílago, porque es una zona donde la cura es mucho mayor".
Cómo es el proceso de cicatrización
Se trata del tiempo en el que la piel está expuesta a microorganismos, fricción y factores externos que pueden provocar una infección o retrasar su curación. Este puede variar según la zona del cuerpo donde se tenga el piercing, aunque normalmente, sigue un patrón muy similar. En primer lugar, se experimentará hinchazón, enrojecimiento y sensibilidad. Pasado un tiempo, estas molestias disminuyen y forman una costra que no se debe quitar porque se deja expuesta a la entrada de bacterias. Todo el proceso puede tardar entre semanas y meses, dependiendo de los métodos que se hayan utilizado para ello.
Cómo limpiar un piercing
Antes de tocar la zona infectada, es muy importante lavarse las manos con agua y jabón. La mala higiene podría acarrear una infección mayor. Seguidamente, se debe proceder a la retirada de restos y hacer una limpieza con desinfectante. Aunque en muchas ocasiones se haya podido usar agua oxigenada o alcohol, lo más recomendable es el suero fisiológico esterilizado o clorhexidina. Ambos son muy común en el entorno hospitalario para desinfectar zonas o heridas. Este es muy suave y no irrita la piel, ayudando a la eliminación de residuos y mejorando la cicatrización. Este se debe aplicar con gasas estériles o bastoncillos de algodón, facilitando la limpieza en las zonas más estrechas y difíciles. Aunque también podemos usar un antiséptico más común como una taza de agua (250 ml) hervida y fría con 1/4 de cucharada de sal no yodada. La recomendación es higienizar la zona infectada un mínimo de dos o tres veces al día.
Cómo cuidar un piercing durante el verano
En verano se debe prestar más atención al cuidado de los piercing, ya que el cloro no es un buen aliado. Es fundamental, la buena higiene y evitar la exposición prolongada del sol. Después de nadar o si se produce una sudoración excesiva, se debe limpiar la zona con suero fisiológico, o al menos dos veces al día, siendo recomendable a primera hora de la mañana y al finalizar el día porque tanto de noche como durante la jornada, se puede acumular bacterias resultantes de la calor.
Si este es reciente, durante las primeras semanas se debe evitar los baños en jacuzzi, playas o piscinas para favorecer su cicatrización y porque pueden contener bacterias y químicos que entran directo a nuestro organismo por esta abertura de la piel. Se debería actuar de la misma forma con las heridas. Las prendas holgadas son las mejores aliadas porque vienen bien para la ventilación de la zona y evita roces y fricciones innecesarias.
Referencias bibliográficas:
- Vídeo de Tiktok del enfermero Jorge Ángel sobre usar suero fisiológico en la desinfección de piercing: https://www.tiktok.com/@enfermerojorgeangel/video/7538090280948813078
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