La creación del omeprazol (medicamento reductor del ácido gástrico) fue un increíble avance para la medicina. Si hablamos de fármacos más demandados en nuestro país, este aliado contra el ácido gástrico -puntual o crónico- se encuentra en el podio. Pese a que su efecto es una maravilla y nos protege de los efectos negativos de nuestra digestión, también debes saber que su uso prolongado provoca efectos adversos sobre la salud.  

El omeprazol y el pertenece a una clase de medicamentos comúnmente conocidos como antiácidos recetados, pero técnicamente se los conoce como "Inhibidores de la bomba de protones" o PPI, por sus efectos sobre las "bombas de protones" del estómago que generan ácido. En ocasiones puntuales, si se espera un período de días cargados de comidas copiosas o eventos, o simplemente en una salida concreta, su seguridad está más que garantizada. Sin embargo, en ocasiones, se emplea de manera crónica, por ejemplo como complemento a tratamientos que son irritantes para el estómago. Varios informes ya están alertando de estas consecuencias ya que tal vez reducir el ácido no sea una buena idea después de todo. ¿Qué sucede en estos casos?

EFECTOS SECUNDARIOS

Los más leves y comunes:

• Cefalea
• Estreñimiento
• Diarrea
• Dispepsia
• Erupciones cutáneas

Otros más graves asociados a un uso prolongado o una ingesta excesiva:

• Riesgo cardiovascular: Estudios han demostrado que medicamentos como el Omeprazol tienen un riesgo del 16% de padecer enfermedad cardíaca en comparación con los no usuarios. Esto se debe probablemente al hecho de que el óxido nítrico, un potente protector del corazón, requiere un estómago ácido para ser absorbido.
• Cáncer: El uso habitual de omeprazol eleva la secreción de gastrina, una hormona con efectos tróficos sobre las ciertas células; de esta manera, podría facilitar la aparición de pólipos gástricos, cáncer gástrico, cáncer colorrectal o tumores carcinoides. Asimismo, al paliar las molestias de acidez en su ingesta habitual, algunos pacientes no acuden al médico y pueden retrasar el diagnóstico de enfermedades tan importantes como el cáncer de esófago o de estómago.
• Aumento del PH gástrico: facilitando la colonización del tracto digestivo por patógenos como Salmonella, Campylobacter o Clostridium difficile.
• La deficiencia de magnesio y calcio que provoca su consumo excesivo puede conducir a desarrollar osteoporosis 
• Deficiencia de vitamina B12: El tratamiento prolongado de este fármaco puede asociarse con una mala absorción de vitamina B12. Un evento que puede desencadenar una condición llamada hiperhomocisteinemia, que es un factor de riesgo para cambios mentales y determinadas deficiencias cognitivas como el Alzheimer.