Sueño

Cómo actuar ante los terrores nocturnos infantiles de un bebé o un niño en edad preescolar

Cómo actuar ante los terrores nocturnos infantiles de un bebé o un niño en edad preescolar

Cómo actuar ante los terrores nocturnos infantiles de un bebé o un niño en edad preescolar / freepik

Los terrores nocturnos son un fenómeno relacionado con el sueño que se caracterizan por un despertar brusco que ocurre en la fase profunda del sueño, durante el primer tercio de la noche. Este fenómeno puede resultar alarmante en el caso de los niños pequeños, sobre todo para los padres. Cuando se producen, el niño está dormido, pero con los ojos abiertos, puede gritar, sudar y tener taquicardias. Debido a que realmente están dormidos, su forma de reaccionar es como si no nos viera, e incluso puede intentar apartarnos de su lado. Suelen tener una duración de uno a diez minutos.  Cuando se despierta no recuerda nada y suele quedarse con facilidad dormido de nuevo. Pero, durante estos episodios algunos padres se preguntan cómo actuar. Esta es la hoja de ruta a seguir según los expertos. 

Los terrores nocturnos, las pesadillas y el sonambulismo forman parte de lo que los médicos llaman ''parasomnias'' y se presentan en el desarrollo normal de los niños. Lo presentan el 17% de los niños y un 4% de los adultos.  Hay más probabilidad de tenerlos en épocas de estrés, de malos hábitos de sueño, de enfermedad o cuando se producen episodios de fiebre.

CÓMO ACTUAR

  • Vigilar que el niño en el momento en que se estén produciéndolos terrores, no se haga daño por los movimientos incontrolados que presenta.

  • Generar rutinas e irse a la cama siempre a la misma hora. 

  • Cenar pronto y ligero y no usar la cama para actividades que no sean dormir.

  • Encender luces tenues: No conviene ser brusco y encender todas las luces, la situación puede resultar aún más

  • No intervenir. No hacer nada. En ocasiones nuestra intervención puede empeorar las cosas, quedarse a su lado es suficiente.

  • Cuando se produce la pesadilla debemos tranquilizarles, explicándoles que lo que ha ocurrido es tan solo un sueño, puede ser útil tener a mano los objetos que le dan seguridad.

  • Si su hijo tiene terrores nocturnos a la misma hora todas las noches, puede intentar despertarlo entre 15 y 30 minutos antes para ver si esto permite evitarlos.

  • Permanecer con el niño hasta que se haya calmado lo suficiente como para volver a dormirse, pero dejar que duerma en su cama una vez superado. Generar dependencia provocará que cada vez que se produzca un episodio, el niño requiera de dormir con usted.

  • Si vemos que el problema es cada vez más grande, una posible solución es hacerle que explique o dibuje el sueño y que le cambie el final a su vivencia.

  • Si se hacen muy largas en el tiempo o los episodios son muy violentos y llamativos, comentarlo con el pediatra quien en casos puntuales quizá tenga que derivarlo o realizar un estudio del sueño para descartar fundamentalmente crisis epilépticas

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