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Cómo ayudar a un hijo con autismo a soportar los ruidos provocados por los fuegos artificiales

Cómo ayudar a un hijo con autismo a soportar los ruidos provocados por los fuegos artificiales

Cómo ayudar a un hijo con autismo a soportar los ruidos provocados por los fuegos artificiales / freepik

Los ruidos excesivos de música o petardos, las aglomeraciones, incluso los olores provocan que personas con TEA puedan padecer algún tipo de hipersensibilidad. Todos ellos factores, que pese a la mayor tranquilidad que se espera de estas fiestas, son una tradición durante las semanas navideñas. Entre los descritos, uno de los más temidos,son los ruidos causados por los fuegos artificiales que dan la bienvenida a la Navidad o el Año Nuevo.  Son conocidos los casos de personas con autismo que sienten verdadero pánico a los petardos y fuegos artificiales, generándoles un gran nivel de ansiedad y estrés. Y no solo para los niños que padecen este trastorno sino también en animales que sufren verdaderos horrores. 

Cerca del 40% de los niños con autismo tiene alguna anormalidad de sensibilidad sensorial. Uno o varios sistemas sensoriales están afectados de tal forma que las sensaciones normales son percibidas con una intensidad intolerable. Por ello, es importante que tanto los padres como los profesores conozcan la sensibilidad auditiva e intenten minimizar los niveles de los ruidos inesperados.

En este sentido, muchas familias con niños con autismo buscan estrategias para protegerlos, preparándolos con antelación durante días, o buscan sitios alejados para pasar las fiestas y así evitar exponerlos a los ruidos, pero no siempre es posible. Y hasta que el nivel de concienciación sea una realidad, los expertos recomiendan una serie de ayudas que pueden ser de utilidad para los padres de los niños con TEA. Las detallamos.

CONSEJOS 

  • Antes de las fiestas o de períodos en los que esto sea más común, aproximacia a tu hijo azonas de petardos. Poco a poco, y acompañados de sus papás y mamás, se puede acercar a los niños a parques o zonas donde los niños suelen tirar petardos, siempre y cuando el niño se sienta cómodo, seguro y sin miedo.
  • Proveer al niño de unos cascos o tapones para salir a la calle con ellos puestos, esto reducirá en gran medida la intensidad a ciertos estímulos auditivos (petardos, bombetas, pasacalles…)
  • Vestir al niño con prendas interiores ajustadas para que le proporcionen cierta presión corporal, lo que les puede ayudar a bajar su nivel de estrés
  • Anticipar visual y oralmente las situaciones a las que se va a enfrentar a lo largo del día o ante un acto fallero concreto
  • Proporcionar de manera adaptada al niño un modelo de respuesta adecuado a cada situación desagradable para él/ella
  • No insistir ni forzar a estos niños a participar en las situaciones que conocemos les son desagradables
  • Para favorecer la desensibilización y tolerancia a todos estos estímulos, sería recomendable trabajar con meses de antelación desde un servicio especializado

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