Cinco formas de activar el nervio vago para acabar con el estrés crónico
Investigación y Tecnología
Su estimulación permite reducir los niveles de cortisol y aumentar la sensación de calma
¿Qué es el nervio vago y cuál es su relación con la depresión?

El estrés crónico es un problema creciente en la sociedad moderna y puede tener consecuencias graves en nuestra salud física y mental. Desde problemas cardiovasculares hasta trastornos del sueño y ansiedad, el estrés prolongado altera el equilibrio del sistema nervioso y dificulta la capacidad del cuerpo para relajarse y recuperarse. Una de las claves para combatir el estrés de manera efectiva es la activación del nervio vago, una estructura fundamental del sistema nervioso parasimpático que regula muchas de nuestras funciones vitales, como la frecuencia cardíaca, la respiración y la respuesta inflamatoria.
El nervio vago es el encargado de fomentar la respuesta de relajación del organismo, contrarrestando la activación del sistema simpático que se dispara en situaciones de estrés. Su estimulación permite reducir los niveles de cortisol y aumentar la sensación de calma. Diversos estudios en neurociencia y fisiología han demostrado que activar el nervio vago puede mejorar el bienestar general y fortalecer la resiliencia del cuerpo ante el estrés. Veamos cinco formas efectivas de activar este nervio para reducir el estrés crónico.
Respiración diafragmática y lenta
La respiración controlada es una de las maneras más efectivas de estimular el nervio vago. La respiración diafragmática, también conocida como respiración abdominal, activa la respuesta parasimpática, disminuye la frecuencia cardíaca y reduce la presión arterial. Estudios han demostrado que la respiración lenta y profunda, en especial el método de respiración 4-7-8 o la coherencia cardíaca, pueden modular la actividad vagal y mejorar la regulación emocional.
Estimular el reflejo del agua fría
Exponerse al frío de manera controlada es otra forma de activar el nervio vago como meter la cara en agua fría o darnos una ducha de agua fría puede desencadenar la respuesta de buceo, disminuyendo la frecuencia cardíaca y promoviendo un estado de calma. Investigaciones han indicado que la terapia de exposición al frío puede mejorar la regulación autonómica y reducir los síntomas de ansiedad y depresión. Lo que sucede es que se ponen en marcha nuevas vías para la recuperación las cuales activan la neuroplasticidad natural del cerebro con la idea de que se pueda reconfigurar el funcionamiento cuando ha sido alterado.
Prácticas de meditación y mindfulness
La meditación de atención plena y otras prácticas de mindfulness pueden aumentar la actividad del nervio vago y mejorar la regulación emocional. Estudios han encontrado que la meditación basada en la compasión y las técnicas de visualización pueden inducir un aumento en el tono vagal, favoreciendo la relajación y la reducción del estrés crónico.
Con estas conclusiones se dieron cuenta de que "los médicos deben ser conscientes de que los programas de meditación pueden producir reducciones pequeñas o moderadas de múltiples dimensiones negativas del estrés psicológico. Por lo tanto, los médicos deben estar preparados para hablar con sus pacientes sobre el papel que un programa de meditación podría tener para abordar el estrés psicológico". A pesar de estas conclusiones, hace falta hacer más estudios y que sean más sólidos para seguir determinando con más firmeza las hipótesis.
Cantar, tararear o practicar el canto armónico
La vibración producida al cantar o tararear puede estimular el nervio vago, especialmente en la zona de la laringe y el diafragma. Investigaciones han mostrado que actividades como el canto en grupo pueden aumentar la variabilidad de la frecuencia cardíaca (indicador de un buen tono vagal) y reducir el estrés. De hecho, encontraron que "las intervenciones con canto reducían la intensidad del dolor en la mayoría de los estudios", según la publicación de la Biblioteca Nacional de Medicina, pero "hubo un apoyo más equívoco a la reducción de la interferencia del dolor y la depresión".
Interacciones sociales positivas
La conexión social es esencial para la salud del sistema nervioso. Mantener relaciones interpersonales saludables y participar en actividades de conexión emocional aumenta nuestra actividad vagal y mejora el bienestar general. El contacto físico, como los abrazos y el masaje, también activa el nervio vago y disminuye la liberación de hormonas del estrés.
Como vemos, el nervio vago juega un papel fundamental en la regulación del estrés y la promoción de la relajación, por lo que implementar técnicas para estimularlo de manera consciente puede ayudarnos a reducir los efectos negativos del estrés crónico y mejorar nuestra calidad de vida. Desde prácticas respiratorias hasta interacciones sociales, la activación del nervio vago es una forma accesible, con una metodología efectiva y respaldada por la ciencia con la que lograremos equilibrar nuestro sistema nervioso y fomentar nuestro bienestar integral.
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