Elena Rodríguez, alergóloga sobre la rinitis: "La primavera resulta la época del año en la que se multiplican las consultas derivadas de este tipo de alergia"
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Afecta a entre el 10% y el 50% de las personas, dependiendo de factores como el entorno y la localización geográfica
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Las enfermedades alérgicas de las vías respiratorias se han convertido en las dolencias crónicas más frecuentes entre la población, según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). Entre ellas, la rinitis alérgica afecta a entre el 10% y el 50% de las personas, dependiendo de factores como el entorno y la localización geográfica.
La llegada de la primavera marca un aumento significativo en las consultas médicas relacionadas con este tipo de patologías. Así lo señala la doctora Elena Rodríguez, especialista en Alergología del Hospital Quirónsalud Toledo: "La primavera resulta la época del año en la que se multiplican las consultas derivadas de este tipo de alergia".
Las alergias respiratorias no siempre se presentan de forma aislada. Patologías como la rinoconjuntivitis alérgica, la rinosinusitis crónica, el asma, la bronquitis eosinofílica o, incluso infecciones como la micosis broncopulmonar alérgica, pueden aparecer de forma conjunta. Esto quiere decir que un diagnóstico integral es clave para evitar complicaciones y controlar la evolución de estas enfermedades.
Diagnóstico y tratamiento: pilares del control
La base para controlar eficazmente las alergias pasa por una combinación de prevención, diagnóstico preciso y tratamiento personalizado. Para identificar las causas de los síntomas, los especialistas recurren a pruebas cutáneas con alérgenos, espirometrías y análisis de óxido nítrico exhalado, que permiten valorar la inflamación de las vías respiratorias. Además, los análisis de sangre para medir los niveles de inmunoglobulina E (IgE) específica ayudan a afinar aún más el diagnóstico y a adaptar el tratamiento a las necesidades de cada paciente.
El tratamiento farmacológico puede incluir antihistamínicos, corticoides nasales, broncodilatadores y, en casos más complejos, fármacos biológicos que reducen la inflamación. También destaca la inmunoterapia específica, conocida popularmente como "vacunas para la alergia", recomendada en casos moderados o graves de rinoconjuntivitis con o sin asma. Esta terapia puede modificar el curso natural de la enfermedad, especialmente si se inicia a edades tempranas.
Según la doctora Rodríguez, los dispositivos de inhalación son "una herramienta útil -afirma- que, usada correctamente, se convierte en un gran aliado de los afectados de alergia respiratoria".
Prevención y hábitos saludables
Además del tratamiento médico, adoptar ciertos hábitos puede marcar la diferencia en el día a día de quienes padecen alergias respiratorias:
- Evitar salidas al campo y mantener las ventanas cerradas en días con alta concentración de polen.
- Usar gafas de sol y mascarilla si es necesario estar al aire libre.
- Ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa.
- Aspirar con filtros HEPA y reducir alfombras, peluches o cortinas que acumulan polvo.
- En caso de alergia a los ácaros o al pelo de animales, ventilar bien, utilizar fundas antiácaros y limitar el contacto con mascotas.
Tanto el asma como la rinitis alérgica son enfermedades crónicas que requieren seguimiento médico regular. No obstante, con un enfoque adecuado, ambas pueden mantenerse bajo control. “Hoy contamos con herramientas eficaces que permiten a los pacientes respirar tranquilos incluso en primavera”, concluye la doctora.
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