Síntomas del cáncer colorrectal y por qué está aumentando en los países desarrollados

Investigación y Tecnología

La prevención sigue siendo el arma más poderosa contra el cáncer colorrectal

"El estudio de la microbiota intestinal en la enfermedad de Crohn ha abierto la puerta a nuevos tratamientos"

Cáncer colorrectal
Cáncer colorrectal / Freepik

El cáncer colorrectal es una de las principales causas de mortalidad a nivel global, cobrándose la vida de casi un millón de personas cada año. Esta enfermedad, que afecta al colon y al recto, es considerada el segundo cáncer más letal del mundo, solo superado por el cáncer de pulmón. En los últimos años, diversos estudios, como el que publica The Lancet Oncology, han alertado sobre un aumento preocupante de los casos entre los menores de 50 años en al menos 19 países, una tendencia que contrasta con la estabilidad de su incidencia entre los mayores.

Por el momento, España es uno de los pocos países desarrollados donde no se registra un aumento de casos de cáncer colorrectal en los más jóvenes. Sin embargo, los datos nos hacen tener una idea aproximada de la situación actual. Según detalla una publicación del servicio SMC España (Sciencia Media Centre), "una explicación sería que nuestra incidencia crecerá en los próximos años y simplemente hay un decalaje temporal".

Aun así y según ha declarado Joana Vidal, médica adjunta del Servicio de Oncología Médica del Hospital del Mar, en el diario El País, "esto puede verse muy influenciado porque en nuestro país disponemos de una sanidad gratuita y de calidad. Si podemos ir al médico podremos diagnosticar más pacientes", señala la doctora.

Si bien las causas de este fenómeno no están completamente claras, se sospecha que factores relacionados con el estilo de vida moderno y la dieta juegan un papel importante.

Síntomas variados y sutiles

Los síntomas que podrían alertar sobre la presencia de cáncer colorrectal son variados y, en muchas ocasiones, sutiles. Entre los signos más comunes se encuentra la aparición de cambios persistentes en el hábito intestinal, como diarrea o estreñimiento prolongados, que no tienen una explicación clara. Además, las personas afectadas pueden notar sangre en las heces, ya sea visible o porque son muy oscuras, lo que puede indicar una hemorragia interna.

Otro posible indicio es el dolor abdominal recurrente o la sensación de hinchazón que no desaparece, así como una pérdida de peso inesperada y sin causa aparente. Aunque estos síntomas también pueden asociarse con otras afecciones menos graves, su persistencia o progresión debe ser motivo suficiente para buscar atención médica.

Además de los síntomas mencionados, otras señales de advertencia pueden incluir una sensación constante de cansancio o debilidad, lo que a menudo está relacionado con la anemia causada por pérdidas de sangre internas. También puede haber una sensación de evacuación incompleta tras ir al baño, lo que genera incomodidad y puede ser signo de una obstrucción parcial en el intestino. La clave para identificar estos síntomas está en observar su duración y persistencia, ya que no se trata de molestias pasajeras, sino de manifestaciones que suelen extenderse durante semanas o, incluso, meses.

Principales causas del cáncer colorrectal

En cuanto a las principales causas del cáncer colorrectal, los factores genéticos desempeñan un papel importante. Las personas con antecedentes familiares de esta enfermedad tienen un mayor riesgo de desarrollarla, especialmente si los diagnósticos ocurrieron en parientes cercanos o a edades tempranas. Sin embargo, los factores ambientales y del estilo de vida también son determinantes. La dieta, por ejemplo, está estrechamente vinculada al riesgo de cáncer colorrectal, sobre todo, si hay un consumo elevado de carnes rojas y procesadas, así como alimentos ricos en grasas saturadas y escasos en fibra.

El sedentarismo y la obesidad también son factores de riesgo clave. Las personas con un estilo de vida inactivo tienen más probabilidades de desarrollar cáncer colorrectal, ya que la actividad física regular ayuda a mantener el tracto digestivo en buen funcionamiento y a reducir la inflamación crónica que puede predisponer al desarrollo de tumores. Asimismo, el consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo están también asociados a un mayor riesgo de padecerlo, debido a que estas sustancias pueden dañar el ADN de las células del colon y favorecer, por tanto, la formación de células cancerígenas.

El envejecimiento es otro factor que no puede pasarse por alto. Aunque el aumento de casos en menores de 50 años ha generado preocupación, el cáncer colorrectal sigue siendo más común en personas mayores, con la mayoría de los diagnósticos ocurriendo después de los 60 años. Esto se debe a que, con el paso del tiempo, las células del cuerpo acumulan más mutaciones genéticas, lo que incrementa la probabilidad de que alguna de ellas evolucione hacia un tumor maligno.

Sin embargo, la detección precoz mediante pruebas como la colonoscopia y el test de sangre oculta en heces pueden marcar una gran diferencia en un diagnóstico temprano, ya que permiten identificar el cáncer en sus etapas iniciales. Esto quiere decir que las probabilidades de cura pueden ser mucho mayores.

En España, hace más de diez años que se impulsó esta prueba para el cribado de grupos de población de 50 a 70 años, lo que a su vez ha facilitado la tasa de curación.

A pesar de los avances en investigación y tratamiento, la prevención sigue siendo el arma más poderosa contra el cáncer colorrectal y, por lo que se ha concluido hasta el momento, nuestro estilo de vida está influyendo en la aparición de este tipo de cáncer a edades más tempranas. En este sentido, si llevamos una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y granos integrales, reducimos el consumo de alcohol y tabaco, y mantenemos un peso saludable nos pueden ayudar a disminuir considerablemente el riesgo.

Además, prestar atención a los síntomas y acudir a revisiones médicas periódicas si fuera necesario ya que son pasos esenciales para abordar esta enfermedad de manera oportuna.

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