La preocupación por mantener la línea y perder esos kilos de más puede llevarnos a controlar tanto los alimentos que consumimos como las cantidades de cada comida. No obstante, a la hora de llevar una dieta más saludable también es muy recomendable vigilar el momento en el que consumimos estos alimentos.

La principal causa se encuentra en el hecho de nuestro organismo no quemará las mismas calorías durante el día que por la noche. De hecho, el mismo plato puede influirnos de manera más negativa si lo consumimos por la noche en lugar de si lo hacemos al mediodía, puesto que nuestro metabolismo se ralentiza con el anochecer. 

Queso curado

Los lácteos son uno de los tipos de alimentos que más engordan en la cena, por lo que debe evitarse su ingesta nocturna. No obstante, si somos amantes empedernidos de los quesos nuestra mejor opción son los quesos desnatados o el queso fresco.

Lechuga

Aunque es uno de los alimentos más sanos que puedes consumir, su ingesta nocturna no está recomendada porque puede resultar bastante indigesta. Del mismo modo, la lechuga cuenta con altos contenidos de fibra, por lo que puede provocar gases e hinchazón. 

Pan

Los hidratos de carbono son uno de los alimentos que menos asimila nuestro cuerpo durante la cena, lo cual provoca en exceso una acumulación de triglicéridos. Aunque siempre dependerá del tipo de pan consumido si hay que tener en cuenta que debemos controlar la cantidad de hidratos de carbono durante la cena.

Dulces

Los dulces siempre deben tomarse con precaución y evitar los atracones, pero este tipo de alimentos están totalmente prohibidos por la noche. La razón se encuentra en la gran cantidad de calorías que atesoran y el alto contenido en azúcar de los que se encuentran compuestos.

Vino tinto

Si deseamos tomar una copa de vino tinto lo recomendable es que lo hagas durante el día, ya que el alcohol reducirá nuestro descanso al provocarnos que nos despertemos de manera frecuente por la noche. Debes tener en cuenta que a más alcohol más incidencia tendrán en tu organismo estos efectos negativos, por lo que se recomienda dejar de consumir alcohol 6 horas antes del sueño.

Carne roja

Los expertos recomiendan consumir carne roja como máximo una o dos veces a la semana. No obstante, dentro de este consumo semanal deben evitarse sus ingestas en la cena, puesto que contiene un alto contenido en proteínas y acarrean una difícil digestión, lo que puede afectar a nuestro descanso. Puedes sustituirlas por carnes blancas, como el pollo, que al mismo tiempo es mucho más ligero y sano y cuenta con menos calorías y menos contenido en grasas.

Fritos

Los alimentos frutos no son recomendables a ninguna hora del día, pero por la noche es cuando más perjudiciales pueden ser para nuestro organismo debido a su alto contenido en grasas y calorías vacías.