Seguramente has tirado comida a la basura porque pasó la fecha de caducidad, pero la verdad es que no todos los alimentos son igual de sensibles. Algunos todavía pueden comerse sin problemas después de esa fecha. Pero primero, es importante entender la diferencia entre dos conceptos: la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente.

La fecha de caducidad es más crítica, porque indica el momento en el que un alimento podría ser peligroso para tu salud si lo consumes después. Por otro lado, la fecha de consumo preferente sugiere que el alimento sigue siendo seguro después de esa fecha, pero su calidad podría no ser la misma.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha identificado diez alimentos que, siempre y cuando estén sin abrir y en buen estado, se pueden comer días o incluso semanas después de la fecha de caducidad. Estos alimentos incluyen:

1. Yogures: Si no huelen mal ni tienen una textura extraña, ¡puedes comerlos!

2. Pan de molde: Mientras no esté mohoso, es seguro.

3. Patatas fritas y frutos secos: Si los mantienes en un lugar seco, estarán bien.

4. Bollos y galletas: Los alimentos secos como estos a menudo duran más de lo que crees.

5. Refrescos y alcohol: Incluso las bebidas no alcohólicas y el alcohol son seguros después de su fecha de caducidad.

6. Pastas, arroces y legumbres: Los alimentos secos como estos pueden ser seguros.

7. Mermelada y mantequilla: Por lo general, estos productos se pueden consumir después de la fecha de caducidad.

8. Embutidos y quesos curados: Estos alimentos pueden mantenerse bien debido a su proceso de conservación.

9. Sopas y salsas de sobre: Si no están dañados, aún puedes disfrutar de ellos.

10. Envases de tomate: Los productos enlatados o envasados, como el puré de tomate, a menudo son seguros para su consumo si se almacenan adecuadamente.

Sin embargo, es importante recordar que la calidad de estos alimentos podría no ser la misma después de la fecha de caducidad. Por ejemplo, algunos vinos podrían no saber tan bien. Por lo tanto, siempre es bueno usar el sentido común y evaluar el estado del alimento antes de comerlo.

En cuanto a las frutas y verduras frescas, el aspecto, el sabor, la textura y el olor son indicadores clave de su calidad. Puedes comerlos si no están excesivamente pochos o deteriorados. Si tienen partes podridas o mohosas, simplemente córtalas y deséchalas.

Pero hay que tener cuidado con la carne y el pescado, ya que pueden dañarse rápidamente. Comerlos después de la fecha de caducidad o incluso antes si no se han almacenado adecuadamente podría ser peligroso para la salud. Los microbios pueden proliferar y causar enfermedades.

Para reducir el desperdicio de alimentos en casa, es importante planificar tus comidas, hacer una lista de la compra, congelar alimentos que no vayas a usar pronto y aprovechar las sobras en lugar de tirarlas.