Las infusiones pueden ser el complemento perfecto a una alimentación saludable, en la que se ingieran frutas, verduras, proteínas de buena calidad, como las que contiene el pescado o los frutos, y se dejen a un lado los alimentos poco saludables, como los que presentan una gran cantidad de grasas saturadas. Añadir a nuestra vida el hábito de tomar a diario una de estas bebidas podría repercutir en varios aspectos de nuestro organismo.

Por ejemplo, para despertarnos con el vientre plano se recomienda la infusión de manzanilla, pues sus propiedades antiinflamatorias ayudarán a reducir la hinchazón. Acudir a esta infusión después de una cena copiosa es, por lo tanto, una buena idea. Aunque consumirla de manera regular también es aconsejable, ya que ayudará a un mejor funcionamiento de nuestro sistema digestivo.

Asimismo, esta infusión provocará que conciliemos mejor el sueño, gracias a las propiedades relajantes que contiene, por lo que su ingesta en las horas previas a irnos a la cama está todavía más justificada. Además, igualmente podría hacer que algunos síntomas de la ansiedad se mitiguen. Entre los puntos a favor de la manzanilla también encontramos que cuenta con propiedades antioxidantes, que neutralizarán a los radicales libres.

Aunque su consumo no debe ser excesivo, pues en ese caso los efectos secundarios, entre los que encontramos las náuseas y los mareos, podrían hacer acto de presencia. Además, las mujeres que estén embarazadas o en proceso de lactancia deberían consultar con su médico antes de añadirla a su dieta, así como las personas que se están medicando, pues la eficacia de los fármacos podría verse afectada.

¿Cuántas tazas de manzanilla se pueden tomar al día?

Por lo tanto, para disfrutar de todos sus beneficios sin que haya riesgo de sufrir los síntomas provocados por una ingesta excesiva, se recomienda no tomar más de tres tazas al día. Después del almuerzo y la cena serían dos interesantes momentos para consumir esta bebida, pues reducirá el riesgo de que la pesadez o los dolores estomacales hagan acto de presencia.

Para prepararnos la infusión, tan solo debemos añadir la bolsita de manzanilla a agua recién hervida y tapar la taza durante unos 10 minutos, para cuando se cumpla este tiempo, retirarla. Si queremos darle un toque diferente de sabor, se puede añadir un chorro de miel o espolvorear un poco de canela o jengibre molido, lo que también nos aportará beneficios.

Añadir un poco de zumo de limón a la infusión hará que esta tenga un efecto 'quemagrasa', aunque la ingesta de esta bebida debería acompañar a una dieta saludable y al ejercicio físico para que así contribuya a la pérdida de peso.